El pasado 22 de junio, durante las celebraciones de los correbous en Sant Jaume d’Enveja (Tarragona), se produjo un nuevo intento de boicot protagonizado por miembros de la organización animalista AnimaNaturalis, liderada por Aïda Gascón, una histórica activista contraria a la caza y a la tauromaquia. El incidente, que terminó con la intervención de la Policía, vuelve a poner de relieve el rechazo social hacia los intentos de manipulación mediática de este tipo de fiestas populares.
Los hechos ocurrieron durante el transcurso de uno de los festejos, cuando Gascón, acompañada de dos fotógrafos, trató de documentar una escena que más tarde pretendía utilizar en redes sociales y medios afines para denunciar supuestos abusos a los animales. Según han explicado desde la organización, su intención era grabar una vaquilla que se había quedado atrapada en un cajón antes de ser embolada. Sin embargo, la presencia de las cámaras no fue bien recibida por los asistentes, que rápidamente reaccionaron para impedir la filmación.
El público frustra el plan de grabación
La escena que intentaban captar con sus cámaras era la de una vaquilla aparentemente inmovilizada en el interior del cajón. Algunos participantes del festejo trataban de sacar al animal a la plaza para continuar con el desarrollo normal del espectáculo. Fue en ese momento cuando varios miembros del público, al percatarse de la intención del grupo animalista, se colocaron frente a las cámaras con banderas o capotes para evitar la grabación.
Esta reacción colectiva impidió que el material visual pudiera ser recogido de forma nítida, frustrando el objetivo que AnimaNaturalis había planeado para denunciar posteriormente el acto en redes sociales. Cabe recordar que este tipo de tácticas ya han sido utilizadas anteriormente por Gascón y su organización en múltiples celebraciones tradicionales de España.
La situación no tardó en volverse tensa. Desde los carros de la plaza, comenzaron a producirse gritos hacia los activistas. Parte del público, sin embargo, trató de calmar los ánimos, y miembros de la comisión de fiestas intervinieron para evitar que la situación se descontrolara.
Acabaron escoltados por la Policía
A pesar de las intervenciones para contener el conflicto, la tensión no disminuyó. Los activistas, especialmente Gascón —conocida por su perfil radical y sus continuos ataques a la caza y la ganadería—, siguieron recibiendo reproches y abucheos por parte de los asistentes. Finalmente, cuatro agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Local tuvieron que acompañar al grupo animalista hasta una zona segura, escoltándolos entre los gritos de reproche de parte del público.
Desde AnimaNaturalis han difundido las imágenes del incidente para denunciar lo ocurrido. Sin embargo, el material no ha servido únicamente para respaldar su denuncia, sino también para dejar constancia del rechazo social que despierta entre buena parte del mundo rural y taurino su campaña de desprestigio contra las tradiciones populares.
Quién es Aïda Gascón
Aïda Gascón es una de las figuras más reconocidas del activismo animalista en España. Militante vegana, exdirigente de PACMA y actual integrante del partido político Sumar, lleva años liderando campañas contra la caza, los toros y cualquier expresión cultural vinculada al mundo rural. En sus redes sociales ha criminalizado repetidamente a cazadores, pescadores y ganaderos, a quienes llegó a acusar de ser los causantes de los incendios de 2023 en Asturias: «En España tenemos un problema y es que ganaderos y cazadores se creen los máximos y mejores gestores de los bosques y de la fauna», escribió en Twitter.
Además de dirigir AnimaNaturalis desde 2007, Gascón ha sido candidata al Parlament de Cataluña y ha impulsado campañas extremistas, como la oposición a la experimentación con animales para desarrollar vacunas durante la pandemia. Su presencia en actos como los correbous, con el objetivo de documentar imágenes para denunciar posteriormente los eventos, se ha convertido en una práctica muy criticada por quienes defienden estas tradiciones.
La estrategia: grabar para denunciar
No es la primera vez que Gascón y su organización intentan grabar imágenes con el propósito de alimentar campañas de presión política y social. En sus propias palabras: «Casi nunca nos vamos con las manos vacías». Afirma que en un 80% de los festejos que presencian observan supuestos abusos. Sin embargo, su presencia suele generar un profundo malestar en las localidades donde se celebran estas fiestas, especialmente por el enfoque sesgado y acusatorio con el que luego se difunden los vídeos.
Esta estrategia choca frontalmente con la visión de los vecinos de muchos municipios rurales, que ven en estas celebraciones una expresión de su identidad cultural, arraigada durante generaciones. Por eso, no resulta sorprendente que el intento de grabación en Sant Jaume d’Enveja terminara como tantos otros: con la Policía teniendo que intervenir para proteger a los provocadores de un público que, harto de ataques y manipulación, se defiende como puede.
