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Un animalista ve a un hombre tirado en la calle junto a su perro y pide ayuda para el animal

Hombre y perro tirados en la calle. © Instagram

Un activista con más de diez años de trayectoria, tal y como él mismo se define en la página web de la tienda de animales que regenta en Tenerife, compartió el pasado viernes la imagen de un hombre tirado en el suelo junto a su perro. Lo llamativo del caso es que el animalista puso el grito en el cielo por las condiciones en las que pudiera encontrarse el can y la única alusión que hizo hacia el hombre fue para llamarle «borracho».

El mensaje del animalista y la respuesta de una internauta. © Instagram

«Me llega esta imagen desde la zona del Sobradillo. Un hombre totalmente borracho tirado en el suelo y un perro cachorro lleno de pulgas al lado. Se llamó a la Policía y como de costumbre ni apareció. ¿Qué tengo que subir yo? ¿Tengo que armar el escándalo de siempre y liarla para que se solucionen las cosas? ¡Pero qué vergüenza es esta!», comentó el activista en su perfil de Instagram. «Por favor, pido a alguna patrulla de la Policía Local que si lo ven, actúen. Ese perro no tendrá ni chip, ni vacunas y encima lleno pulgas…», añadió anteponiendo el estado de salud del can al de la persona que yacía tirada en el suelo.

Ante la llamativa reacción de quienes dicen luchar por los derechos de los animales -parece que han olvidado los de las personas- decenas de internautas recriminaron el comentario al animalista. «Ese señor también necesita ayuda», comentó una usuaria de Instagram; «pero por favor el hombre también necesita ayuda», comentó otra; «cachorro y señor necesitan ayuda, ¡no nos deshumanicemos!», añadió una más entre los varios mensajes que ha recibido la publicación.

El animalista lo reconoce: «Simplemente pensé en el perro y no en la persona»

Reacción del animalista a los comentarios en Instagram. © Instagram

Tras la lluvia de comentarios recriminando la actitud del hombre en Instagram, él mismo publicó en su perfil un mensaje en el que reconoció que ni siquiera pensó en el hombre: «Sí, es verdad, tienen razón. Simplemente pensé en el perro y no en la persona y eso no está bien». A lo que añadió que había recapacitado y que iba a ir a ver al hombre para preocuparse por su estado y también por el del perro.

       
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