En plena preocupación social sobre la peste porcina africana y el impacto tanto medioambiental como económico que puede provocar, el animalismo español vuelve a demostrar de qué está hecho. Un tuit publicado por Aïda Gascón ha provocado una oleada de respuestas en X en la que incluso ha llegado a intervenir la Federación Andaluza de Caza.
La activista, que formó parte del equipo Sumar de Yolanda Díaz en la elaboración de la parte animalista de su programa electoral, compartió ayer una noticia de eldiario.es titulada “El precio del cerdo sufre la mayor caída en 30 años por la crisis de la peste porcina”, junto al siguiente comentario: «Habrá valientes que corran a por jamón barato para estas Navidades, y habrá prudentes que decidan no volver a comer cerdo hasta nuevo aviso. Yo estoy aquí, comiendo palomitas, contemplando el derrumbe del sector».
La respuesta de la Federación Andaluza de Caza
La respuesta de la Federación Andaluza de Caza fue inmediata y cargada de crítica política y moral, etiquetando directamente a Yolanda Díaz y recordando la relación de Gascón con Sumar: «Hola @Yolanda_Diaz_ Tu amiga, que redactó el programa electoral en materia de bienestar animal para @sumar y (supuestamente) animalista, feliz por la aparición de una enfermedad vírica que podría acabar con la vida de cientos de animales».
Hay que recordar que, tal y como señala la FAC, la llegada de la PPA implica la muerte del 90% de los jabalíes de las zonas infectadas y del 100% de los cerdos de las granjas y que, además, fuera de esas zonas va a conllevar el sacrificio de miles de jabalíes como medida preventiva para contener la enfermedad. No deja de resultar curioso que alguien que se define como animalista se alegre públicamente de un escenario de ese tipo.
Los comentarios no se han hecho esperar
El choque no se quedó en el cruce institucional, porque el hilo se ha llenado de respuestas de otros usuarios que ha genearo una catarata de mensajes incidiendo sobre todo en dos ideas: por un lado, el reproche a banalizar un problema que afecta a un sector del que dependen familias y empleo, y por otro, la acusación de incoherencia al celebrar o ridiculizar una crisis sanitaria animal desde una posición que se identifica con el bienestar animal.
Entre las respuestas aportadas, se encuentran algunos usuarios han publicado respuestas como «Celebrar la ruina de familias que sostienen nuestros pueblos y gestionan el territorio no es activismo, es clasismo» o «Una de dos: o no te enteras de nada (grave), o te enteras pero tratas de engañar a la gente (muy grave)». Otros mensajes que, sin entrar en el plano sanitario, cuestionan la propia premisa del tuit recordando que el jamón «lleva muerto dos años» ya que el proceso de curación requiere meses, y que por tanto no tiene sentido plantear una alarma alimentaria inmediata por una enfermedad que no afecta al consumo humano, aunque sí pueda repercutir en el mercado y en las medidas de control.
