En las redes sociales no faltan las ideas descabelladas, pero pocas logran mezclar tan bien la creatividad rural y el sentido del humor como el vídeo publicado por el usuario @peixotostv, que ya acumula más de 36.000 “me gusta” en TikTok. En él, un agricultor brasileño aparece montado en su moto con una peculiar adaptación para arar el terreno: cuatro azadas atadas con cuerdas y varas al portaequipajes trasero.
El invento, que parece más fruto del ingenio que de la eficacia, ha arrancado carcajadas en todo el mundo. En la grabación, el hombre se dispone a avanzar por el terreno seco con su improvisado arado motorizado, pero el vídeo se corta justo antes de que avance para comprobar su eficacia. No hizo falta ver el resultado: la escena ya era suficiente para conquistar a los usuarios.
Un arado de TikTok que no pasará a la historia de la agricultura
El experimento, grabado en un campo de Brasil, no parece haber llegado muy lejos, pero sí ha conseguido algo más valioso: convertirse en un fenómeno viral. En los comentarios, miles de usuarios de distintos países dejaron sus impresiones entre risas. «Misión fallida», bromeó uno de ellos. Otro apuntó: «Todo lo que hace la pereza», mientras alguien más resumía el espíritu del vídeo con ironía: «Si no nos extinguimos es por algo».
El ingenio del protagonista ha sido reconocido incluso por quienes dudan de su eficacia. «Tiene muchas ganas de trabajar, pero se las aguanta», escribió otro espectador, mientras un usuario francés comentaba entre carcajadas: «En 50 centímetros habrá roto el embrague».
@peixotostv #vaiprafy ♬ som original – ⚡️Barão⚡️
El humor como herramienta universal
El vídeo ha cruzado fronteras y lenguas, con comentarios en español, francés, turco, griego e incluso amárico, todos coincidiendo en lo mismo: la escena es tan absurda como divertida. Y es que pocas cosas unen tanto como la risa ante un intento imposible.
Aunque el resultado práctico del invento es más que dudoso, el clip se ha convertido en una muestra perfecta del humor de pueblo y de la creatividad que florece incluso en los rincones más humildes. No hay maquinaria pesada, pero sí imaginación y ganas de bromear con la vida rural.