Un ganadero francés descargó durante la noche del pasado domingo al lunes diez toneladas de estiércol frente a las instalaciones de la organización ecologista France Nature Environnement, ubicada en la Alta Saboya, un departamento francés situado en la región de Auvernia-Ródano-Alpes.
La asociación, marcadamente anticaza, acusa a los agricultores de este hecho tras una reciente decisión judicial que ha suspendido la caza de cabras salvajes en la zona. Se da la circunstancia de que estos animales son un reservorio de brucelosis y como tal transmiten esta enfermedad a los animales de explotaciones ganaderas de lugar. De hecho, hacía solo unas semanas que una ganadería de más de 200 cabezas tuvo que ser sacrificada por este problema.
El purín cayó sobre las fachadas y vehículos
El purín cayó sobre las fachadas y vehículos estacionados en el parking del recinto de la asociación, y aún hoy una enorme pila de estiércol bloquea la puerta de entrada al edificio, según relatan medios como France Bleu.
France Nature Environnement, en un comunicado, denunció el pasado lunes: «Hoy, FNE se ha convertido en un blanco fácil, un chivo expiatorio para ciertos agricultores que se enfrentan a una situación que sabemos que les preocupa, pero que debe encontrar su resolución bajo la responsabilidad del Estado francés, guiado por el asesoramiento científico… estos intentos de intimidación, que condenamos, no nos harán desviarnos de nuestro compromiso a favor de la vida y de una convivencia pacífica entre actividades de pastoreo y vida silvestre», exponía la organización ecologista.
Por su parte, la Federación Departamental de Sindicatos de Agricultores (FDSEA) de Saboya expresó su «ira» tras esta suspensión de la caza y acusó a las asociaciones ecologistas de «mostrarles traición». La Confédération paysanne había pedido urgentemente un nuevo plan de gestión para las cabras montesas en la zona y medidas para garantizar la posibilidad de un ascenso sin riesgos a los pastos de montaña para los criadores y sus rebaños.