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El 95% de los campos de tiro europeos cerrarán si se restringe el uso de munición de plomo propuesto por Europa

Campo de tiro alemán. © Israel Hernández

La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) propuso a principios del año 2023 que la Unión Europea restringiera el uso de munición de plomo en la caza y en los campos de tiro deportivo al aire libre. A día de hoy, este asunto aún está siendo revisado por la Comisión Europea, desde la que todavía no han emitido su propuesta legal formal.

En este contexto, la ECHA sugirió una excepción para los campos de tiro con pistola y rifle, permitiendo continuar usando en ellos balas de plomo de entrenamiento tan solo en los casos en los que se apliquen medidas específicas de gestión de riesgos. El uso de esta munición de práctica, que suele utilizarse en grandes cantidades, es mucho más económico que el de las balas que realmente se usan para cazar (tanto de plomo como de otros materiales), y la agencia pretendió conocer qué incremento de coste supondría la prohibición total del plomo.

De tal modo, la ECHA intentó realizar una evaluación de su impacto socioeconómico y concluyó que «no es posible obtener una descripción detallada de la presencia de medidas de gestión de riesgos (MGR) ya en vigor en los campos de tiro de la UE». A pesar de ello, sí ofrecieron una aproximación de los costes que supondría para estos campos intentar cumplir las condiciones de la excepción planteada por la propia agencia.

Campo de tiro en Alemania. © Israel Hernández

Fuera del alcance de los campos de tiro europeos

También lo hizo, por su parte, el Foro Europeo de Deportes de Tiro (ESSF), desde el que han llevado a cabo un nuevo estudio para llegar a esas conclusiones que no consiguió la ECHA. Es así como revelaron una estimación significativa de los costes de adaptación de los campos de tiro en Europa de entre 4.000 y 5.000 millones de euros. Esta cifra es la que tendrían que enfrentar los 20.000 campos de tiro europeos en el caso de que dicha prohibición saliera adelante.

Asimismo, este trabajo también ha mostrado que tan solo un número limitado de campos de tiro cumplen, actualmente, las condiciones propuestas por la ECHA, correspondiendo a menos del 6% de los ubicados en Estados miembros de la UE, excepto Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos.

Por lo tanto, se estima que el coste total de las obras de modernización que los campos de tiro tendrían que llevar a cabo para adecuarse a dicha propuesta, oscilarían entre 5.500 y 6.200 millones de euros, algo que supera en casi seis veces la estimación de 1.094 millones de euros de la ECHA.


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Conociendo todos estos aspectos, podríamos entender que los cálculos de la ECHA corresponderían a países de referencia como Alemania, quienes llevan muchos años haciendo inversiones en adaptación medioambiental de sus campos. Es por ello que estos distan mucho de la situación de la mayoría de los países europeos.

Concluimos afirmando que estas medidas propuestas y los costes que requieren darán como consecuencia cierres generalizados de, aproximadamente, el 95% de los campos de tiro y, asimismo, una reducción de las oportunidades para el tiro deportivo en Europa y la posterior desventaja competitiva que esto implicaría respecto al nivel global.

       
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