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El tiempo se agota para los 100 agricultores que verán cómo talan sus 100.000 olivos para hacer una planta fotovoltaica en Andalucía

© Shutterstock

Han pasado varios meses desde que en este medio nos hicimos eco de una noticia que ha sido de gran importancia para el mundo rural de nuestro país. Agricultores de Jaén y de Córdoba empezaron a movilizarse para defender sus tierras bajo el lema ‘Renovables sí, pero no así’.

De este modo, los trabajadores del campo comenzaron a protestar contra una serie de macroproyectos que implican la expropiación forzosa de sus tierras y la tala de sus olivos, los cuales han sido cultivados durante generaciones y son la base de sus subsistencia y la de sus familias.

Un ataque contra los agricultores andaluces

Algo digno de mención acerca de dichos proyectos es que se están promoviendo en una zona que se propuso para ser declarada Patrimonio Mundial de la Unesco bajo el título de Paisaje del Olivar Andaluz, debido a las grandes extensiones de olivos, la calidad de los mismos y la gestión medioambiental que representan.

A pesar de ello, el expediente para solicitar esta declaración enfrenta un futuro incierto debido a la presión de un grupo de propietarios. Asimismo, en la zona se han encontrado restos arqueológicos, aunque esto no ha sido suficiente para detener el proyecto.

Ya en el pasado día 7 de noviembre, los propietarios afectados fueron citados para iniciar los trámites de expropiación de sus tierras. En concreto, en los municipios jienenses de Lopera, Arjona y Marmolejo se perderán hasta 100.000 olivos, según estimaciones de la plataforma de la Campiña Norte contra las megaplantas solares. Esta superficie afectada equivale a unos 100 campos de fútbol.

Alegaciones desestimadas

Greenalia Solar es la empresa que promueve los proyectos Zumajo I y II en estos municipios, y todos ellos han sido declarados de utilidad pública por la Junta de Andalucía. Las alegaciones presentadas por particulares, empresas y entidades fueron desestimadas.

Greenalia, una compañía con sede en Galicia, ya ha implantado plantas de este tipo en otras provincias españolas y en Estados Unidos. Según los afectados, estos proyectos no crearán empleos, sino que «acabarán con el sustento de muchas familias» y «contribuirán activamente a la destrucción de puestos de trabajo locales». La recolección de aceitunas es «un sector clave para la economía de la región», afirma la plataforma.

La Plataforma de la Campiña Norte emitió un comunicado en el que acusaba a los promotores de seguir la estrategia de la «fragmentación de proyectos para así eludir el control de las administraciones». Según el comunicado, «los megaproyectos se han presentado troceados en otros más pequeños, que están situados muy próximos entre sí, pero que individualmente considerados no superan los 50 megavatios o las 100 hectáreas de superficie ocupada».

Recogida de firmas entre los agricultores afectados

Ahora, una nueva solución para toda esta situación ha salido a la luz y lo ha hecho de la mano de Vox. De esta manera, el partido ha anunciado que llevará esta «expropiación forzosa» ante la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo con el fin de defender los intereses de los agricultores.

En este contexto, Jorge Buxadé, jefe de la delegación del partido en Bruselas, viajó el pasado miércoles a Lopera para reunirse allí con los miembros de la Plataforma de Afectados Campiña Norte.

«No puede ser que esta Agenda 2030 se imponga al impacto ambiental, al impacto de la flora, en la fauna, y sobre todo, en el modo de vida de cientos de vecinos y familias de Jaén. Esto no es desarrollo sostenible, sino riqueza para unos pocos y ruina para la mayoría de jienenses»», denunció.


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Asimismo, aprovechó también para criticar que, tanto desde Bruselas como desde el Gobierno central y la Junta, se esté destruyendo «la producción de aceite aquí en Jaén para que nos lo traigan desde Marruecos».

Con motivo de todo esto, desde Vox han lanzado, en su página web oficial, una recogida de firmas para que los agricultores afectados y todo el que lo desee demuestren su negativa a las «agendas criminales» de estos gobiernos.

       
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