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Un estudio saca a la luz las falsedades del informe europeo usado para prohibir el plomo en la caza

Cartuchos de plomo junto a una escopeta. © Shutterstock

La prohibición de la munición del plomo es uno de los objetivos de los grupos ecologistas, conscientes de que es una de las vías que tienen para acabar con la actividad cinegética, como ya te hemos explicado en Jara y Sedal. Este anhelo anticaza es una amenaza real tras la publicación del Informe de Restricciones del Anexo XV de la ECHA (actualmente en fase de consulta pública).

Pero ahora, la Federación Sectorial Armera ha publicado un análisis muy exahustivo que muestra las contradicciones de este informe de la ECHA -Europeah Chemicals Agency en la que se basan todas las restricciones del uso del perdigón de plomo que se pretenden imponer. Se trata del Informe a la consulta “plomo y sus compuestos”, núm. Ec. 231‐100‐4 / núm. Cas 7439‐92‐1 propuesta por la European Chemicals Agency (echa), munición no metálica (perdigones).

Principales contradicciones en el estudio de la ECHA

Entre otras cuestiones, desde la Federación Sectorial señalan que, con la información disponible, no existe base científica estadísticamente significativa que evidencie que el empleo de perdigones de plomo para la caza menor en el medio terrestre suponga un riesgo para el medio ambiente.

«Tan sólo un 0,0005 % de algunas especies de aves pueden estar expuestas al plomo del perdigón empleado en la caza menor, lo que se traduce en 23.400 aves frente a los 149.000 millones que dice el informe‐dosier ECHA», indica la Federación en este documento. La mayoría de las especies referidas, en riesgo de intoxicación por plomo, tienen sus poblaciones «con tendencia creciente, hecho que contrasta con la cifra de aves en riesgo potencial recogida en el informe‐dosier ECHA», añaden desde la Federación.

El empleo de perdigones de plomo para la caza menor en el medio terrestre tampoco supone riesgo para el suelo, las aguas subterráneas, las aguas superficiales, el pastoreo de ganado ni para el uso agrícola, según sigue defendiendo el documento. Asimismo, indica que el informe‐dosier de la ECHA no analiza otras posibles fuentes de plomo como pueden ser los vertederos o basureros, minas, contaminación por derivados del petróleo y principalmente productos empleados en la agricultura.

Otro de los grandes argumentos de los prohibicionistas es que hay alternativas a la munición de escopeta, algo que es falso: «No existen alternativas idóneas ni viables económicamente a la sustitución del perdigón de plomo empleado para la caza menor en el medio terrestre», indica el informe que contradice al de la ECHA.

Por último, la Federación Sectorial expone que la investigación sobre las fuentes de plomo «debe continuar, empleando nuevas técnicas como el análisis de relaciones isotópicas». «Los futuros estudios que se realicen sobre especies animales en el medio terrestre, deben realizarse fuera de zonas de caza intensiva, con especies silvestres no procedentes de granja y siempre con métodos de muestreo que no incluyan el perdigón de plomo en su captura», concluye.

Este es el informe al completo de la Federación Sectorial.

       
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