Somos víctimas de la sociedad del consumo. Cada vez acumulamos más material de caza, pero no por ello debemos descuidar su mantenimiento. Por otro lado, los archiperres cinegéticos han sido tradicionalmente heredados de padres a hijos o, incluso, abuelos, por eso debemos prestar mucha atención a su cuidado, especialmente estos días de vacaciones en los que disponemos de más tiempo. Aquí te ofrecemos algunos consejos.

1. Hidrata tus cueros

morral lavado con agua y jabón.
Lo mejor para limpiar el cuero es agua y jabón.

Morrales, fundas de armas o visores o perchas… Para mantenerlas hidratadas y limpias hay quienes recomiendan grasa de caballo o incluso cremas para las manos. Es un error: sólo conseguirás ensuciar y tapar los poros del cuero. Lo mejor es limpiar inicialmente con jabón neutro y agua tibia –aplicado con una esponja suave sin empapar demasiado– y, una vez seco, hidratar con un restaurador específico para este material –como los de las tapicerías de los vehículos–.

2. Restaura tu equipo

Hilo y punzón para remendar el cuero.
Repasa tus fundas de cuero con la ayuda de hilo y punzón.

Correas, chalecos, polainas… se deterioran con el uso a lo largo de cada temporada. Para restaurarlos, remendándolos o reforzando sus costuras, te recomendamos utilizar hilos de nylon encerado, en el caso del cuero, ayudándote de punzones para facilitar el paso de la aguja, e hilo de nylon de un milímetro de grosor para aquellos accesorios fabricados en otros tejidos. 

3. Limpia y engrasa las armas

Engrasa cada pieza del arma.
Desmonta tus armas pieza por pieza para una limpieza profunda.

Ahora que van a pasar un tiempo en el armero es recomendable dejarlas limpias y engrasadas. Desmontalás y retira todos los restos de suciedad con ayuda de productos como la espuma de limpieza en seco de la marca Forrest (la puedes comprar aquí). Una vez limpias todas las piezas, engrásalas con lubricante especial antes de volver a montarlas. Si no eres un manitas, o no tienes tiempo, recurre a un profesional.

4. Restaura las maderas

Pinta la culata con tinte para madera.
Después del lijado, aplica tinte para madera.

Elimina el barniz con decapante, blanquea la madera con amoniaco y líjala con una lija de grano muy fino, de grano número 240 o superior. Cuando hayan desaparecido todos los arañazos aplica tinte para madera del color que más te guste –hay gran variedad, nosotros utilizamos el color nogal claro– y después varias capas de aceite de linaza y de teka al 50% hasta obtener el tono deseado.

5. Tu ropa de caza, como nueva

ropa en la lavadora.
Recuerda: nunca dejes la ropa de caza más de 20 minutos dentro de la lavadora.

Nunca la laves a temperaturas superiores a 30 grados si no quieres que encoja o que algunos elementos como los termosellados de las cremalleras pierdan su eficacia. Usa jabón neutro sin perfume y olvídate del suavizante para no alterar la transpirabilidad de los tejidos. Puedes intentar hacer tu propio jabón con el olor de tu coto. Y por último, una vez finalizado el lavado no la dejes en la lavadora durante más de 20 minutos.