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Septiembre traerá fuertes tormentas: ¿Cómo protejo a las especies de mi coto de caza?

Perdiz en mitad de una tormenta. © Shutterstock

Según al previsión de los expertos, los últimos días de agosto llegarán acompañados de calor intenso en gran parte del país. Sin embargo, a mediados de semana una DANA podría dejar tormentas intensas en varias comunidades. Así lo ha adelantado Samuel Biener, experto de Meteored (tiempo.com), en la primera previsión de septiembre.

Según el experto, durante la primera quincena, las lluvias pueden situarse por encima de la media en casi toda la Península, salvo en Galicia y la vertiente cantábrica. En zonas de la Comunidad Valenciana, Baleares y Cataluña las fuertes tormentas podrían ser destacables. Para la segunda parte del mes, a priori no se intuyen anomalías significativas en ninguna zona de la Península ni en ambos archipiélagos.

Parece que «el chorro polar presentará meandros más pronunciados, y podría configurarse un patrón de bloqueo, con posibles ascensos de la dorsal anticiclónica, lo que puede favorecer descuelgues de aire frío o alguna DANA». Una situación que por otra parte es bastante frecuente en esta época.

Además, prevé Biener, «la temperatura del Mediterráneo es extremadamente alta para las fechas, lo que junto con la presencia de una DANA o una vaguada podría potenciar las lluvias».

Cómo crear refugios para proteger a las perdices de las tormentas de verano

Una familia de perdices. © Shutterstock

Como ya hemos explicado en otras ocasiones, la lluvia es un factor determinante para la perdiz. Sin embargo, que llueva mucho o de golpe tampoco es bueno, ya que dificulta sus desplazamientos lo que permite que los depredadores las puedan detectar con mayor facilidad y sean presas fáciles.

Además, si cae granizo en verano es posible que los proyectiles de hielo causen numerosas bajas entre las nuevas perdices. Para evitarlo coloca, cada cuatro o cinco hectáreas, dos palés apoyados el uno sobre el otro en aquellos lugares querenciosos donde sabemos que suelen andar los bandos: cerca de bebederos o comederos, en las lindes de cultivos, junto a rastrojos y barbechos… Sitúalos a modo de tejado a dos aguas y únelos con alambre.

Un cazador crea un refugio para las perdices. © Edu Pompa

Rellena los huecos que queden entre las tablas de madera con ramas entrelazadas. La idea es que sea lo menos permeable posible pero utilizando la vegetación del lugar. Las retamas, jaras, estepas y escobas suelen ser perfectas para construir este tipo de refugios.

Si cabe la posibilidad de que el viento pueda mover la estructura, afianza la base colocando tierra a su alrededor. Con este refugio tanto perdices como otras especies de menor podrán protegerse cuando el cielo oscurezca y empiecen formarse la tormenta.

       
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