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Trucos de cazador para saber si un jabalí es macho o hembra mientras va corriendo

Después de una potente ladra te sorprende el fugaz paso de un jabalí. Tu intención era hacerte con un buen macho, pero ¿sabes a qué estás apuntando? Nosotros te explicamos cómo diferenciar un jabalí macho de una hembra mientras van corriendo.

Fíjate en su físico

Es cierto que la tensión del momento nos dificulta hacer un análisis preciso del animal, pero si logras templar tus nervios puedes adivinar su sexo de un primer vistazo.

Los machos de jabalí (Sus scrofa) adultos suelen ser animales sólidos, muy apretados de carnes y con el morrillo alto, las crines erizadas y los riñones marcados y bajos. Además, su hocico suele ser más chato, rematando una figura que transmite mucha fuerza y velocidad.

En cambio, la fisonomía de las jabalinas es algo más ‘afilada’, con una silueta mucho más uniforme y la nariz puntiaguda, como en forma de lanza. 

Presta atención a su retaguardia

El jabalí (o jabalina) puede intentar escapar ofreciéndonos una panorámica de su trasero: es la mejor posición para saber si es macho o hembra, ya que nos permite fijarnos en una parte de su fisonomía que no deja lugar a dudas: los testículos. Si los tiene serán evidentes, pero si te cuesta distinguirlos se tratará de una cochina en el 99% de los casos.

Por la boca del jabalí

Es lo primero en lo que pensamos. Teniendo en cuenta que existen machos jóvenes con poco desarrollo dental y cochinas que vestirían a la perfección las mejores salas de trofeo, la mejor manera de ver o intuir el tamaño de los colmillos es mirando si arrugan el morro.

Es decir, si se forma una protuberancia a modo de pliegue en el labio superior: si es así, prepárate para disparar sobre un buen jabalí. Muchas veces no hay que llegar a tal extremo ya que blanquean a simple vista. 

Fíjate en cómo entra al puesto de caza

Las jabalinas suelen deambular en grupo con la compañía de su prole y de machitos jóvenes. Pocas son las veces en las que la sierra te ofrece un nutrido grupo de jabalíes rematado con un macho de campeonato… si hablamos, claro está, de terrenos libres y abiertos donde la caza salvaje se comporta como tal. Por tanto, si te aparece un cochino solitario, zorreado y de aspecto compacto, no tengas dudas. Dispara, es un buen cochino.

       
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