«Para ser de agua dulce es una locura de pez». Con estas palabras literales define el pescador sevillano Antonio Manuel Miranda Moreno la lubina que logró capturar este miércoles, 17 de marzo, en aguas del Guadalquivir, en concreto a su paso por la localidad de La Puebla del Río.
Este joven natural de la localidad de Coria del Río y de 26 años de edad lleva pescando «desde que tiene uso de razón» y no conoce un róbalo de tal envergadura en agua dulce en la zona: «Tan sólo hace dos años un pescador logró capturar otro de 3,8 kilos, y ese ya nos parecía increíble…», narra a este medio.
Las lubinas, en ocasiones, pueden remontar varios kilómetros de distancia río arriba para conseguir comida más fácil de la que pueden obtener en el mar. En este caso, el pescador narra que pueden comer «arroz que cae de los cultivos de la zona o pequeños carpines y cangrejos de río que hay en la zona». Lo curioso es que no se trata tan sólo de una pequeña distancia la que hacen las lubinas hasta llegar allí, sino de decenas y decenas de kilómetros hasta alcanzar casi las aguas de la capital hispalense.
Entró a una lombriz de tierra
Miranda explica que la lubina le entró a unos 50 metros de la orilla a un cebo de lombriz de tierra que tenía puesto en su caña de surfcasting Caperlan de 4 metros y 20 centímetros. «No me lo esperaba, pero cuando vi la caña doblarse, el corazón se me salía por la boca», describe el joven sobre el apasionante momento en el que, a media tarde, sintió la picada.
Una lucha de 10 minutos
La lucha duró unos 10 minutos aproximadamente: «Había que tener mucho pulso porque, por la envergadura de ese pez, no podías cometer ni un solo fallo, ni un mal tirón, ya que podría escaparse». Por el hilo, de 0,40 milímetros, no temía, pero sí por el anzuelo, que no estaba preparado para capturas de este tipo: «Finalmente conseguí cansarla y la saqué».
Un hombre que deambulaba por la zona también quedó maravillado por la captura y ayudó al pescador a hacerse las preceptivas fotografías. «Como me fui andando desde mi casa hasta el río, lugares separados por seis kilómetros, luego la vuelta me pesaba…», narra entre risas el pescador. Incluso pesó al llegar a su casa 4 kilos y 800 gramos, 200 gramos menos que en el río. Este es el momento del pesaje.
Pesca a pulmón una descomunal lubina de casi 6 kilos: «Estas cosas sólo pasan una vez en la vida»
El pescador granadino Juan Manuel Castillo Ibáñez, natural de la localidad de Huétor Vega, con 35 años de edad y pescando desde los 4, capturó a pulmón el pasado martes 4 de agosto en la costa de Almuñécar una descomunal lubina de casi 6 kilos de peso. Ahora, ha narrado a Jara y Sedal todos los detalles de un lance a unos 12 metros de la superficie que no olvidará jamás.
«Tengo una niña con dos años y la lubina era más grande que ella», comenzaba describiendo en tono jocoso el pescador.