El pescador Pepe Fernández Garrido tuvo, el pasado verano, la suerte de pescar en un pantano de la provincia de Badajoz un descomunal lucio que no pudo pesar por ir en pato, pero que «llegó, con facilidad, a las dos cifras», explica el pescador extremeño a Jara y Sedal.
Todo ocurrió mientras Pepe disfrutaba de una de sus múltiples jornadas de pesca tras la dureza del confinamiento, una jornada para la que eligió su caña de casting de la marca ST Croix con un carrete Quantum de ratio 7.0. A media mañana aproximadamente, llegó la sorpresa: «La sonda que llevo es un Garmin de 7 pulgadas, lo que permite ver el fondo del embalse, tanto estructuras, piedras y la posición de los peces, sus cuevas, sus piedras y árboles… y detectó a este pez», explica el pescador.
«Sin dudarlo ni un segundo, lancé un vinilo en color limón y el lucio no se lo pensó y se zampó el señuelo. Lo vi suspendido y le dejé caer el vinilo, cuyo modelo va muy bien por estas zonas de Badajoz», relata Pepe. Comenzaba la lucha, que aunque corta como el lucio acostumbra, fue intensa.
No pudo pesarlo
El hilo de fluorocarbono del 0,30 con cabeza plomada -de unos 20-25 gramos a la hora de caer el señuelo en vertical- ayudó para que no hubiese ni roturas ni dificultades previas a la hora de que el pez tomase el engaño. Al sacar el animal al pato, llegó la alegría del desconfinamiento, aunque Pepe no lo pudiese pesar: «Estos ejemplares tan grandes son difíciles de manejar a la hora de pesaje, pero las estaturas y la cabeza me hacen pensar que rondaba las dos cifras», explica este experimentado pescador.
Amplia presencia de cormoranes en el pantano
Dar con él «fue una alegría porque fue uno de los peces que marcan una temporada de pesca, ya que el pantano está de capa caída, entre otras razones, por la amplia presencia de cormoranes, es muy reconfortante poder encontrarte con capturas así», concluye Pepe, que además difunde los valores del mundo de la pesca a través de su cuenta de Instagram Black Bass Extremadura y su grupo de Facebook.
Spinning: Así se pescan lucios a pez visto
Pescar a pez visto es una de las más increíbles sensaciones que puede experimentar un pescador, aunque de las más complejas ya que es mucho más difícil engañar al pez.
En esta modalidad, el pescador disfruta doblemente porque, en primer lugar, ve perfectamente la picada, cada movimiento del pez, cada reacción ante el señuelo, si lo toma o lo deja, si está o no dubitativo… En segundo lugar, porque disfruta y siente cada movimiento de la naturaleza. Además, se añade el condicionante de que se trata de lucios, peces que normalmente acostumbran a estar en las profundidades, por lo que es triplemente gratificante. Puedes ver el vídeo aquí.