Solo el que es cazador conoce el vínculo tan especial que se crea entre un padre y un hijo en torno a esta pasión. Tomar el testigo de la afición cinegética de tu progenitor para entregárselo a tu hijo es uno de los actos más especiales y sagrados para la familia cazadora. Los momentos compartidos en el campo son vivencias de un valor sentimental incalculable que siempre permanecen en nuestro recuerdo, y las imágenes que vas a ver a continuación dan fe de ello.
Éstas muestran a un cazador joven aún con alma de niño y a su padre, aún con el corazón retrotraído dos décadas atrás, cuando su hijo daba sus primeros pasos en el mundo cinegético. Son Pedro Ampuero y su padre, Pepé Ampuero, que han compartido una jornada de rececho de rebecos veinte años después que ha quedado grabada en un emotivo vídeo publicado en su canal de YouTube..
Juntos, van recechando un bonito ejemplar de rebeco y ofrecen todos los detalles de un lance único. Además de la parte propiamente del rececho previa al disparo, dan consejos tras él sobre cómo eviscerar bien un rebeco eliminando el bazo para evitar posibles intoxicaciones, cómo se consigue limpiar la carne de la pieza e incluso cómo los buitres acuden posteriormente a comerse los restos del rebeco que no sirven para consumo humano.
Este es, sin duda, un genial testimonio de cómo se deben trasladar los valores del mundo cinegético entre generaciones.
Cuatro pequeños cazadores más que demuestran que el futuro de la caza está asegurado
En los últimos meses, Jara y Sedal ha publicado múltiples historias de niños que han recogido el legado de sus padres y, a pesar de su poca edad, ya muestran amor por la caza. De todas las narradas en este medio, hoy recopilamos las cuatro que más éxito han tenido: están protagonizadas por pequeños que han enamorado a las redes sociales y a millones de cazadores por sus dotes o su forma de actuar para la edad que tienen. Estas son sus historias.