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Así acercan la caza a los niños en Alemania

En España hay en marcha varios proyectos para acercar la caza a los escolares. Hoy echamos un vistazo a Alemania, donde los cazadores también organizan expediciones al monte para que los más pequeños no olviden la realidad de la naturaleza y explicarles en qué consiste la actividad cinegética.

24/8/2019 | Redacción JyS

Los niños, aprendiendo todos los detalles referentes a una jornada de caza. / Brandenburg

El Hort Eggersdorf es uno de los colegios del municipio alemán de Petershagen, en el estado federado de Renania del Norte. El pasado viernes el centro escolar llevó a cabo una iniciativa para dar a conocer la caza entre sus alumnos. Durante la jornada, los profesores acudieron a un bosque cercano acompañados de varios cazadores de la zona y un guarda forestal.

Los 56 niños de tercero de primaria atendieron con suma atención a las explicaciones de sus profesores y de los expertos cinegéticos, que les enseñaron todos los detalles del bosque, desde las piñas que se encontraban por el camino hasta los tipos de animales que en él podían encontrar. En definitiva, los alumnos pudieron tocar, escuchar, oler, probar y sentir la naturaleza a través de la explicación de los que mejor la conocen: los cazadores.

Otra imagen de la jornada. / Brandenburg

Por supuesto, no faltaron los perros de caza, que estuvieron presentes en la jornada. ‘Lando’ y ‘Amy’ acompañaron a los pequeños en todo momento. Dos de los cazadores, Heike Matthes y Dorian Tutsche, practicaron varias actividades tradicionales en una jornada de caza y captaron con ella la atención de los más pequeños, especialmente cuando les enseñaron a hacer sonar el cuerno de caza.

Tal y como uno de los cazadores organizadores, Jürgen Päch, señaló a Brandenburg «nuestro objetivo es una progresiva preparación del alumno en la naturaleza, especialmente para que conozca la producción primaria y la caza. Los niños se muestran abiertos, curiosos y libres de todo juicio. Queremos sembrar la semilla que mantenga sus ojos abiertos a la flora y la fauna para toda su vida».

Cuando llegó la hora del almuerzo, todos los alumnos comieron una salchicha hecha con carne de animales silvestres que ellos mismos habían preparado el día anterior. Por último, Jürgen Päch añadió que su objetivo es el de «sensibilizar e informar a otros cazadores y escuelas para organizar algo similar en sus regiones».

Acciones similares en España

Promoción de la caza entre los más pequeños. / FAC

La promoción de la caza entre los escolares no es algo nuevo. Varias federaciones de caza autonómicas han realizado actividades similares a lo largo de los últimos años en nuestro país. La Federación Andaluza de Caza, por ejemplo, es una de las más activas. En 2017 inició la actividad ‘El perro, un compañero muy especial‘, como parte de su campaña #MiPerroEsDeCaza, donde trató de concienciar a los pequeños de la importancia de una tenencia responsable de las mascotas en un centro de la capital malagueña.

En 2018, también participaron en la Semana Cultural de los colegios públicos Maestro José Alcolea y San Carlos Borromeo, de Fuente Obejuna (Córdoba). Junto a Jóvenes Cazadores Andaluces (Jocan) y la Sociedad de Cazadores Alucona, organizaron una jornada en la que acercaron la caza y sus valores a 250 escolares de la localidad cordobesa.

Los niños jugaron a un trivial audiovisual para reconocer el canto de las fringílidas y participaron en otro taller para aprender a distinguir cuernos de diferentes animales. Así fueron la jornadas:

Fedexcaza y Proades

La Federación Extremeña de Caza es otra de las más proactivas a la hora de mostrar la caza a los escolares. El pasado mes de mayo la localidad pacense de Alange acogió sus ‘Encuentros Escolares’, con los que clausuró la tercera edición del programa ‘Caza y Naturaleza’, enmarcado en el proyecto PROADES de la Junta de Extremadura.

Un total de 300 alumnos de 8 centros educativos de la región participaron en una jornada al aire libre que se desarrolló en el campo de fútbol de municipio. Entre otras actividades, los niños disfrutaron de tiro con arco y tiro con carabina, talleres de cocina y de pintura de camuflaje o exhibiciones de cetrería.

       
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