A las 17:45 de ayer, es decir antes de elevarse en el horizonte, fue exactamente el momento en que el astro entró en fase de luna llena. ¿Pero qué esconde este fenómeno y por qué se la conoce como luna de los cazadores? A continuación te contamos la curiosa historia que hay detrás de ello.
25/10/2018 | Redacción JyS
La luna de la caza o de los cazadores es la segunda luna llena del otoño tras la de la cosecha y que, debido a que nuestro satélite tarda 28 días en dar la vuelta a la Tierra, en el hemisferio norte siempre tiene lugar en octubre, mientras que en el hemisferio sur es durante los meses de abril y mayo. Ahora bien, ¿cuál es el origen de su nombre?
Para encontrar la respuesta hay que remontarse a la tradición europea de los pueblos que vivieron hace milenios. Una vez finalizado el periodo de recolección de la cosecha con el buen tiempo, durante el verano, las tribus del viejo continente se preparaban para el invierno cazando a unos animales que habían comido lo suficiente y que contaban con unas buenas reservas para afrontar la estación fría.
Esta luna llena de finales de octubre era la última ocasión para salir a cazar de noche -fundamentalmente cérvidos, zorros y jabalíes- antes de que llegaran las primeras nevadas ya que la gran cantidad de luz que reflejaba permitía ver mejor ahora a los animales. Además, la caza en esta jornada era favorecida porque la luna del cazador es, junto a la de la cosecha, la que más pronto sale por el horizonte. Por si fuera poco, es la fase lunar que coincide con el periodo de migración de multitud de aves.
Algunas constelaciones visibles durante estas noches
Si ayer te perdiste la luna de los cazadores, no desesperes. Aún hoy podrás verla al 99%. Además, durante las próximas noches podremos observar en el firmamento el cambio de las constelaciones típicas del verano a las del invierno. Por el este, podremos ver las de Tauro y Orión, suficientemente brillantes para verlas incluso desde las ciudades. Por su parte en el oeste se apreciará cómo se van poniendo, bajo el horizonte, las constelaciones del verano como Lyra, El cisne (Cygnus) y el Águila (Aquila).