El vídeo que mostramos a continuación está grabado por Manuel Macías, un joven de la ciudad malagueña de Marbella que, hace unos meses mientras practicaba footing, se topó con una piara de más de una decena de jabalíes –uno de ellos albino- a los que varias personas estaban echando todo tipo de comida.
Sin embargo, el enorme peligro que entraña esta acción no solamente provocará que los animales vuelvan a ese lugar y pongan en peligro las vidas de las personas que transitan por allí, sino que acrecentará su instinto de defensa contra el ser humano ya que le habrá perdido el respeto.
Macías explica que esta es una estampa totalmente habitual en los últimos años en esta zona de la provincia malagueña que sufre sobrepoblación de jabalíes. «Nunca ha pasado nada, pero va a pasar. Los jabalíes no se asustan ni nada ante las personas, y eso es muy grave», advierte Macías, que aunque no es cazador sí es aficionado a ver vídeos del mundo cinegético y comprende la importancia de la gestión que este colectivo realiza.
Esto es lo que pasa por alimentar a los jabalíes: ya están atacando a las personas
El descaro de los jabalíes en las zonas de España que sufren la sobrepoblación de este tipo de animales está llegando a límites preocupantes, como los que te mostramos a continuación. En parte, por culpa de las personas que les dan de comer, haciendo que pierdan el miedo y el respeto por los hombres. El joven cazador Adrián Rodríguez ha remitido una serie de vídeos grabados en las cercanías de Barcelona. el más impactante de ellos ha sido filmado en el mirador de Mombau (en la carretera de Horta), aunque también hay imágenes de la zona de Cerdanyola del Vallés, todo en los alrededores de la capital catalana.
Adrián asegura que los encontronazos con los jabalíes son cada vez más frecuentes. De hecho, el parque-mirador donde está realizada una de las grabaciones que te mostramos lo frecuenta cada tarde con sus amigos y ha visto situaciones violentas con los jabalíes: desde subirse en un coche para coger un bocadillo y rayar la chapa hasta morder el gemelo de otro joven para quitarle la comida, según relata el joven a Jara y Sedal.