El cazador valenciano Arturo Aparici, natural de la localidad de Xeresa (Valencia), abatió el pasado fin de semana un gran jabalí de 120 kilos de peso y unas imponentes defensas en una noche de espera en el coto social de su municipio. El animal, que estaba dañando los cultivos y comprometiendo la seguridad de los automóviles de la zona, se la jugaba constantemente al cazador en las últimas ocasiones en que había intentado cazarlo hasta que planeó junto a su novia, Angels Ripoll Toledo, un plan que les funcionó a la perfección.
Así lograron abatir al tremendo macareno
Aparici explica que hacía dos meses que su novia y él veían las marcas que el jabalí hacía en los pinos, pero no lograban darle caza: «En las noches de espera, entraba una piara en primer lugar y, tras ella, él. Pero cuando íbamos nosotros, la piara comía y esperábamos a que entrase el grande, pero éste no aparecía». Además, «le pegaba a los pequeños y se ponía a comer él», cuenta sobre las ocasiones en las que los cazadores no estaban presentes pero sí conseguían ver sus movimientos gracias a una cámara de fototrampeo.
Un peculiar comportamiento del jabalí. El cazador explica que no sólo era huidizo el verraco, sino desconfiado a pesar de no tener humanos delante: «Cogía una almendra rápidamente y se iba al monte a comérsela, y así se pasaba toda la noche», explica. Y detalla que entraba el puesto todos los días pero muy tarde, sobre las 2:00 de la madrugada aproximadamente.
Así trazaron el plan los dos cazadores. Un día su novia le dijo a Arturo que irían los dos y, en medio de la espera, saldría hacia el coche y se iría, puesto que pensaban que era lo que el jabalí estaba esperando para decidirse finalmente por entrar. Y efectivamente: la joven se montó en el vehículo, Arturo se quedó en el puesto y, cuando el coche se había marchado, fue cuando el inteligente jabalí entró al comedero, sin esperar que el cazador se encontrase frente a él. En ese momento, Aparici aprovechó y lo abatió de un certero disparo.
El equipo utilizado. Durante el lance, el cazador valenciano utilizó un rifle Browning A-Bolt en calibre .30-06 con munición Sako Super HammerHead de 180 grains.
Una peligrosa sobrepoblación de jabalíes en esta zona. Este cazador vive en Xeresa, un municipio enclavado en la comarca de la ciudad valenciana de Gandía, y explica que hay una grave sobrepoblación de jabalíes en el lugar: «Entran en cultivos y los arrasan, los jardines de las urbanizaciones también, comprometen la seguridad de la ciudadanía y lo más peligroso es que provocan accidentes de tráfico», resalta por último Aparici.