Tu rifle ha agrupado siempre bien los tiros pero últimamente falla, y no sabes por qué. ¿Será el cañón?, ¿Será el visor?, ¿Seré yo? Revisa este listado y puede que tengas la respuesta.

Visor mal montado

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¿Sabes cómo acoplar los elementos de óptica a tu rifle? ¿No? Entonces tienes dos opciones: empaparte de las instrucciones que puedas encontrar en distintas páginas de fabricantes y en tutoriales que podrás encontrar en internet, o bien confiar en un profesional que lo haga por ti. En este último caso te tocará rascarte el bolsillo.

Apoyo inestable

Un apoyo estable te ahorrará muchos quebraderos de cabeza, ya que te permite probar el rifle de una manera mucho más segura, eliminando posibles errores humanos. Puedes utilizar los cada vez más comunes bípodes y trípodes, o bien un banco de pruebas en el campo de tiro que te asegurarán una casi completa estabilidad del arma a la hora de efectuar el disparo.

Disparar en malas condiciones climatológicas

Los mejores momentos para disparar un rifle son las primeras horas de los días en los que no hay viento, ya que te encontrarás con que la temperatura es más benévola y no te habrá reflejos indeseados. Cuando peor tiempo haga, mayor probabilidad de errar los tiros tendrás.

Ejercer una presión inadecuada sobre el hombro de apoyo

Cada persona es un mundo, y no todo el mundo tira de la misma forma. Asimismo, no todos los cazadores presionan el arma de la misma forma y con la misma intensidad contra su hombro, pero lo que sí está claro es que si ejerces una presión inadecuada, ya sea por excesiva –que te provocará rigidez en el tiro y mayor dificultad a la hora de repetirlo- como por escasa –que provocará que el tiro se descontrole-, tienes más posibilidades de fallar.

Apretar mal el gatillo

Debes aprender a realizar la presión correcta sobre el gatillo. Debes saber que la colocación del dedo sobre éste es sumamente importante y que no debes tirar de él hacia atrás, sino que más bien es como si apretaras un botón. No hay mejor forma de aprendizaje que la práctica, sólo así conseguirás una mayor efectividad.

No seguir el objetivo con el arma y mantenerse concentrado

El disparo no termina con la detonación, debes seguir la pieza con el arma encarada después del tiro y no levantar la cabeza. Nunca pierdas de vista la pieza tras el disparo, es muy importante en este sentido que intentes tirar con los dos ojos abiertos.

Si estás entrenando en un campo de tiro, intenta mantener la concentración imaginando que tienes delante la pieza que más deseas o disparando al objetivo más pequeño en el que seas capaz de acertar, de esta forma agruparás los tiros en una zona más concentrada y te servirá a la hora de cazar.

Utilizar la munición incorrecta

La selección de la munición es crucial para conseguir una mayor fiabilidad del rifle. Cuando compras uno debes probar con distintas balas, con distintas puntas y distintas cargas para poder ver cuál es lo que mejor agrupa. De esta manera podrás asegurarte de que el rifle funciona siempre igual. Para este cometido es recomendable que preguntes a tu armero de confianza.