La cazadora catalana Anna Trull Marlès se despertó ese día con fuertes migrañas… pero finalmente fue de batida. Y estaba de suerte: cazó el jabalí de su vida, un animal medalla de oro con 120 puntos y grandes amoladeras que recordará para siempre.
20/11/2019 | Redacción JyS
La cazadora catalana Anna Trull Marlès, natural de la localidad de Sant Guim de Freixenet (Lleida), consiguió hacerse con un tremendo jabalí con un colosal aspecto que dio medalla de oro con más de 120 puntos. Lo hizo en un día en el que se levantó con migrañas, por lo que se planteó si ir o no a cazar. «Aunque parezca imposible, me pasa a menudo que los días que me planteo no ir a cazar porque no me encuentro bien, son los días que mejor se me dan», explica en tono jocoso preguntándose si serán «cosas raras del destino».
En aquella jornada Anna y su cuadrilla cazaban en un coto social vecino al que acostumbran a ir. «Estábamos ya a media cacería cuando avisaron por la emisora que los teckels de un perrero del coto llamado Albert habían levantado un jabalí grande que se dirigía hacia donde yo estaba», detalla. Antes de llegar a su puesto, un compañero había disparado al animal sin fortuna, por lo que salió rápido para el lugar en el que se encontraba la cazadora.
«Venía por dentro del monte y lo escuché por el ruido que hacía, ya que parecía que me entrara una furgoneta», admite. «Aunque cuando lo vi no me pareció tan grande», detalla Anna. «Entre el monte y yo había un campo, por lo que no me quedaba otra oportunidad que dispararle a unos 80 metros, y si no le daba ya se salía de la cacería», sigue explicando.
Anna disparó entre los árboles y advirtió que el animal giraba en redondo su trayectoria, volviendo por donde venía. «Sabía que le había dado pero no sabía si el tiro era mortal o no». A unos cincuenta metros dentro del monte lo pararon los teckels. Me daba miedo que les pinchara ya que, al ser grande, sabía que seguramente tendría buenos colmillos, así que me aproximé para rematarlo, entrándole por la parte de arriba del monte para evitar que, si estaba vivo, se me echara encima», sigue relatando Trulls.
En ese momento, Anna vio que el jabalí «estaba muerto y los perros lo mordían», por lo que se acercó a él y fue cuando vio los tremendos colmillos que tenía y lo grande que era. «No me acabé de hacer a la idea hasta que nuestro amigo y perrero Albert lo sacó del monte al campo, viendo que había cazado el jabalí de mi vida», confiesa la cazadora.
El equipo con el que consiguió cazarlo era un rifle Remington 7400 Carbine en calibre .30-06 Springfield y munición Remington Core-Lokt de 180 grains. El trofeo finalmente dio una puntuación de 120,54 puntos según el certificado de la Comissió de Catalunya d’Homologació de Trofeus de Caça, por lo que será catalogado como medalla de oro.
Jara y Sedal y Sighmark premiarán las mejores historias de caza de noviembre
¿Has cazado algún animal destacable, curioso o piensas que el lance fue único? Pues Jara y Sedal puede premiar tu historia gracias al concurso que acaba de lanzar con Sightmark y la página de Monterías en España. Si tu historia es elegida, puede que ganes un visor de caza, uno de tipo ‘punto rojo’, un termo de café ¡u otros muchos premios!
Para optar a ellos solo tienes que enviarnos un email a info@revistajaraysedal.es, o un mensaje privado a cualquiera de nuestras redes sociales contándonos tu mejor historia de caza mayor y adjuntar las fotos de ese día y tu número de teléfono. No tiene por qué ser el relato de un trofeo medallable, aunque se valorarán aquellos extraordinarios, curiosos o llamativos a los que les acompañe una buena historia. En este enlace te contamos cómo puedes participar.