Uno de los grupos de sevillanas más conocidos de nuestro país es Ecos del Rocío, que desde 1984 hasta nuestros días no ha cesado su carrera musical, con un estilo propio y diferente en el cante y en la composición y que siempre ha mostrado especial interés al mundo rural, al que dedica algunos de sus temas.
Una de sus sevillanas más conocidas se llama ‘El hombre del campo‘. En la letra, el grupo hace una reivindicación precisamente a la vida en el mundo rural, a cómo los mayores saben cuidar de éste, a la importancia de la actividad cinegética y a cómo los furtivos de antes nada tenían que ver con los del siglo XXI.
«Qué universidad más grande de chumberas y barrancos, nadie sabe más que él. Deja que el hombre del campo cuide del campo otra vez», narra el emotivo estribillo.
La letra de ‘El hombre del campo»
I
Mi padre dice que antes
había más libertad.
Había más libertad
mi padre dice que antes
había más libertad
furtivos por todas partes
pero sabían cazar.
Pa el sustento de la casa
mi madre armaba las trampas
pa alimentar a sus chiquillos
y ahora que no las arma
quedan menos pajarillos.
II
Dice mi abuelo que antes
con sus cabras el cabrero.
Con sus cabras el cabrero
dice mi abuelo que antes
con sus cabras el cabrero
raspaba los eriales
pa que no saltara el fuego.
Era la chasca del pino
abono para la tierra
que labraba el campesino
que ahora todo se quema
porque todo está prohibido.
III
Mi padre dice que el campo
hay que saberlo entender.
Hay que saberlo entender
mi padre dice que el campo
hay que saberlo entender
pisando el polvo y el fango
del tiempo de tu niñez.
Entre perdices y palmas
meterte entre las retamas
en la laguna más grande
con tus botitas de agua
pa parecerte a tu padre.
IV
El campo dice mi abuelo
que es lo mismo que un reloj.
Es lo mismo que un reloj
el campo dice mi abuelo
es lo mismo que un reloj
se le para el minutero
si no está el que lo cuidó.
Se está perdiendo el campero
el que llenaba el granero
pa que no faltara el pan
que a golpe de monedero
compraron su libertad.
ESTRIBILLO
Qué universidad más grande
de chumberas y barrancos
nadie sabe más que él
deja que el hombre del campo
cuide del campo otra vez.
