Soy un amante de la caza menor con paralela, pero hace unos años, cazando cerca del río Tajo, mi tío Luis me ofreció probar una de sus flamantes repetidoras semiautomáticas. No estaba muy convencido con la nueva herramienta, pero todo cambió con el primer lance: tres azulones comenzaron a dar vueltas por encima de los puestos hasta que se decidieron a tirarse al agua. Aunque bastante largos para mi forma habitual de cazar, confié todo a los 34 gramos del cartucho y al full del choke y disparé. Sólo me hicieron falta dos detonaciones para dar con las plumas de los tres azulones en el agua: para mi sorpresa, y a más de 40 metros, los plomos de dos cartuchos fueron suficientes para bajar el trío.
Esta anécdota sirve para arrancar estas líneas sobre una de las modalidades más apasionantes que existen: la caza de acuáticas. Su vuelo es rápido y potente, con un constante batir de alas, dando al cazador la sensación de velocidad real sin provocar la confusión del planeo de la perdiz en ojeo, que pude parecer que viene parada cuando está al tope de su potencia. La defensa del pato consiste en alzar el vuelo al detectarnos o desviar su trayectoria para no pasar por encima del puesto. Hay que escoger el momento oportuno para efectuar el disparo: si nos precipitamos se desviarán, y si esperamos a que estén coronando no nos quedará tiempo para doblar los disparos.
No te quedes atrás
Hay tiempo suficiente para encañonar al ave, correr la mano, tomarle la velocidad y adelantarle sin miedo alguno. El terreno suele ser despejado, sin árboles, vegetación u otro accidente geográfico que nos impida apreciar exactamente la distancia de disparo, y siendo el pato un ave grande es posible que pensemos que está a una distancia más próxima de la que en realidad se encuentra.
Elige bien a tu pato
Si entran varios es preferible disparar primero a los de detrás y después a los de delante para que la caída del primero no los espante; y primero a los que van por debajo, porque es más fácil mover la escopeta de abajo hacia arriba que al contrario, dominando también la vista del espacio superior, mientras que el inferior lo oculta el arma. En el caso de patos en la vertical y laterales, dispararemos primero a los laterales y a continuación, a los de arriba.
Elige un buen arma
La escopeta más adecuada para la caza de acuáticas en puesto fijo es la semiautomática o repetidora. Es más cómoda de recargar que las armas basculantes –superpuestas y paralelas– y tiene un retroceso más suave con cargas pesadas de 34 y 36 gramos y, por lo tanto, menos desencare. Este último aspecto es importante, porque en esta modalidad a veces la postura de tiro se verá un poco forzada, sobre todo al repetir los disparos cuando entran varios ejemplares. El tercer cartucho permite aprovechar mejor los escasos lances que puedan darse en una fría mañana de invierno y, en todo caso, será un buen recurso para el remate de patos heridos.
Ojo con los alicortos
Un pato alicortado correrá entre los carrizos, nadará hasta agotar a los perros y se sumergirá en el agua para morir allí enganchado sin salir a la superficie. Por este motivo es muy importante el tiro de gracia, que daremos en el aire o una vez caído si la distancia no es muy grande.