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Los corzos pueden emborracharse y esta es la explicación

Un ejemplar de corzo borracho. © TikTok

Que algunas personas se encuentren con un corzo borracho no es algo que ocurre con mucha frecuencia cuando llega la primavera. Aunque esta escena puede ser bastante cómica e increíble a simple vista, lo cierto es que puede suceder y cuando están en este estado de embriaguez también podrían ser un gran peligro.

En primer lugar, es importante que sepamos que, cuando se acaba el invierno, estos animales tienen que adaptarse a los alimentos de los que pueden disponer. Es por ello que optan por consumir las yemas de ciertos árboles y plantas como la vid.

¿A qué se debe ese estado de embriaguez en los corzos?

Tal y como explican en el vídeo que vamos a ver a continuación, en esa época del año la savia sube. De este modo, hincha los brotes, que serán muy ricos en azúcar, y el corzo se atiborrará de ellos.

El azúcar provoca una fermentación en el estómago del animal. En el caso de los rumiantes, el rumen es una especie de pequeña fábrica de alcohol. Por lo tanto, se genera «un ambiente sin oxígeno, con levaduras».

Como resultado, esto provoca una reacción alcohólica que acaba por embriagar al corzo y, por ende, «una intoxicación comparable a la experimentada por los humanos», según asegura el experto.

Síntomas iguales a la borrachera en humanos

«Son, efectivamente, los mismos síntomas», apunta. Se trata de una pérdida de puntos de referencia espacial, una falta de vigilancia y una falta de precaución.

Asimismo, en el vídeo también nos facilita algunos consejos por si nos topamos con un corzo en estas condiciones. Si vamos a pie, lo que debemos hacer es dejar tranquilo al animal para que descanse y se recupere.

Si, por el contrario, vamos en coche vemos al corzo en el arcén, lo que deberemos hacer es reducir la velocidad porque no sabemos cómo puede reaccionar. Podría salir corriendo y plantarse delante del vehículo.

Los peligros de un corzo borracho

Algo que tenemos que saber, además de todo esto, es que llegan a suponer un verdadero problema para la fauna salvaje. Los corzos son más vulnerables cuando están ebrios, tanto como para los depredadores como para otros peligros del entorno, como pueden ser precisamente las carreteras.


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También existe la posibilidad de que experimenten pérdidas de orientación y, de este modo, sufran lesiones o accidentes mortales. Sin embargo, no solo son un peligro para ellos mismos.

Lo cierto es que los agricultores son otra de las víctimas directas de ese estado de estas borracheras de los corzos. Sus cultivos se convierten en un perfecto lugar para buscar alimento en primavera y pueden dar lugar a daños importantes en las nuevas plantaciones.

       
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