En un insólito encuentro, un corzo dejó atrás su hábitat natural para adentrarse en la vida urbana de Pamplona. El pasado miércoles, los residentes de la calle José Luis Prieto, en el barrio de Erripagaña, se vieron sorprendidos al descubrir que un corzo había ingresado en el garaje subterráneo de su edificio.
El incidente comenzó cuando los vecinos notaron la presencia inusual del animal y rápidamente alertaron a las autoridades. A las 20:49 horas, una patrulla de la Policía Municipal llegó al lugar en apoyo a los agentes de Medio Ambiente, con el objetivo de localizar al animal y asegurar que no representara un peligro para sí mismo ni para los residentes.
La búsqueda del corzo causó que el garaje se mantuviera cerrado temporalmente, impidiendo el acceso a los propietarios de los vehículos.
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Este incidente ha llamado la atención sobre la creciente interacción entre la vida silvestre y los espacios urbanos, un fenómeno que se ha vuelto cada vez más frecuente en muchas ciudades. Los expertos sugieren que la expansión urbana y la reducción de los espacios naturales pueden estar impulsando a los animales a explorar áreas habitadas por humanos en busca de alimento o refugio.
Las autoridades reiteran la importancia de no intentar acercarse o interactuar con la fauna silvestre, ya que puede ser peligroso tanto para las personas como para los animales.