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Caza un corzo con una cuerna de 30 centímetros tras perder una pelea con otro animal

El cazador, con el tremendo corzo. / JyS

El cazador catalán Iván Martínez Muñoz, de 37 años de edad y natural de Barcelona, abatió el pasado 4 de agosto un corzo con unas larguísimas cuernas de 29 y 30 centímetros que quedará para su recuerdo. Lo hizo en un coto situado entre las localidades de Solsona y Perves (ambas en la provincia de Lleida). Ahora, ha narrado el apasionante lance a Jara y Sedal.

Este cazador ya había podido localizar por la mañana a este enorme corzo, que llamaba la atención por sus prominentes y largas cuernas. «Nuestro objetivo durante toda la tarde era él, y a última hora, sobre las 21:00 horas, apareció», explica Iván. Lo vieron a lo lejos mientras intentaba encelar a dos hembras, pero otro macho se interpuso en su camino y ambos protagonizaron una ardua pelea.

Dos imágenes más del lance. / JyS

«Duró apenas dos minutos, pero fueron segundos muy intensos», confiesa Martínez. «El corzo perdió la pelea y salió huyendo hacia un arroyo, ladrando como si no hubiera mañana, y esa fue mi oportunidad», relata el cazador. Antes de entrar al agua para cruzarla, se paró unos segundos, y rápidamente lo metió en el visor y disparó a unos 190 metros de distancia en la zona del codillo.

Al llegar, pudo apreciar las enormes cuernas que poseía el cérvido: 29 centímetros en la izquierda y 30 en la derecha. Todo un portento de corzo que este cazador jamás olvidará.

Este es el momento en el que se encuentra con él.

Caza un corzo con una descomunal cuerna de 28 centímetros de longitud

Dos imágenes del corzo. / P.S.

El cazador turolense Pablo Solsona Castillo, de 37 años de edad, tuvo la suerte de abatir en el coto social de su municipio, en la provincia de Teruel, un corzo con una descomunal cuerna de 28 centímetros de longitud. Solsona ha narrado a Jara y Sedal todos los detalles de un lance que no olvidará jamás tras un cérvido que había perseguido durante las últimas semanas, ya que era un animal «muy esquivo» y que «se dejaba poco ver» por el coto. Te lo contamos en este enlace.

       
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