El visor nocturno se ha convertido en un preciso accesorio de caza nocturna, muy efectivo para realizar disparos en plena oscuridad puesto que nos permite identificar con detalle a los animales que aparecen ante nosotros en mitad de la noche. Esta tecnología capta la luz residual, como la de la luna, y la amplifica electrónicamente para crear una imagen visible. En ausencia total de luz residual, puede usar un iluminador infrarrojo, invisible para el ojo humano.
Al igual que la visión térmica acoplada a visores, se ha autorizado ya en varios territorios de nuestro país (puedes consultar la situación de cada autonomía aquí), con la finalidad de controlar superpoblaciones de ungulados y aportar seguridad en caza nocturna.
¿Qué diferencia hay entre la visión nocturna y la térmica?
La visión nocturna y la visión térmica son dos tecnologías diferentes. El alcance es mayor en la visión térmica, pudiendo llegar a detectar un cuerpo caliente a más de un kilómetro. Aunque un visor nocturno es capaz de detectar un objetivo a 300 metros y realizar un disparo con precisión.
Otra diferencia importante, es que la visión térmica no permite apreciar con claridad detalles de animales, a diferencia de la visión nocturna, que al ser una captación de luz reflejada y no de calor emitido, sí permite valorar un trofeo con mucha más precisión.
El precio también es una diferencia a tener en cuenta puesto que la visión nocturna es más barata. Los visores térmicos o clip-on, pueden pasar de los 2.000 euros, mientras que un visor nocturno de alta calidad, no llega a superar los 1.000 euros. Un ejemplo puede ser el visor InfiRay Tube NV TD70L V2 de altas prestaciones y un precio inferior de 950 euros.
¿En qué hay que fijarse a la hora de comprar un visor nocturno?
1- Sensibilidad
La sensibilidad y luminosidad que puede ofrecer un visor nocturno, va a depender de varios factores. El tamaño del píxel es una característica a tener en cuenta, ya que cada píxel en un sensor actúa como un receptor de luz, y cuanto mayor sea éste, más luz es capaz de captar. Pero existe una relación directa entre cantidad de píxeles y resolución: los píxeles más grandes ofrecen mayor luminosidad, pero al tener menos cantidad, la resolución será menor.
Por tanto, debe de haber un balance equilibrado entre tamaño y cantidad de píxeles.
Un ejemplo de equilibrio puede ser el InfiRay Tube NV, que ofrece una resolución del sensor en alta definición de 1920×1080 píxeles, y un tamaño de 4 micrómetros. Un visor de estas características es capaz de ofrecer una imagen visible incluso una hora después de anochecer, o durante toda la noche si hay luz de luna.
En caso de noche cerrada, lo ideal es usar un iluminador infrarrojo externo. La longitud de onda que podemos elegir para nuestro iluminador infrarrojo es de 850 o 950 nanómetros. Un iluminador de 850 nanómetros tiene más alcance, pero es ligeramente visible por los animales, apreciándose una tenue luz roja. Un iluminador de 950 nanómetros tiene algo menos de alcance, pero es totalmente invisible.
2- Doble función: diurno y nocturnos
Es interesante que el visor nocturno disponga de la doble función, diurno y nocturno, para que pueda usarse tanto de día como de noche sin necesidad de portar otro visor y cambiarlo según la luz. La función diurna ofrecerá una imagen digital a todo color, totalmente funcional para realizar disparos a largas distancias.
3- Precisión y resistencia a disparos
Un visor nocturno digital ofrece una regulación muy precisa. Cada clic de la retícula, corresponde a un píxel. Por ejemplo, en el InfiRay Tube NV, esto se traduciría en que a 100 metros, cada clic de regulación, movería la retícula en 5,7 mm
La resistencia a calibres grandes que ofrece el visor nocturno, debe ser suficiente para aguantar el retroceso del calibre que usemos. También influye el peso del arma, ya que a más peso, mayor resistencia ofrecerá. Un InfiRay Tube NV puede ser disparado usando calibres como el .300 Winchester Magnum.
Ofertan un monocular nocturno Bushnell por menos de 200 euros
4- Pantalla, campo de visión y aumentos
La pantalla interna del visor nocturno debe ser de alta definición para ofrecer una imagen nítida. Un monitor interno de 1080 píxeles es una opción muy recomendable.
Además, los fotogramas por segundo o fps, deben ser superiores a 25, para que la imagen sea fluida en movimiento. Al igual que en un visor diurno, los aumentos y el campo de visión, son decisivos a la hora de realizar disparos a larga distancia.
Los visores nocturnos cuentan con aumentos digitales, y aunque pierde resolución, ofrecen al cazador un zoom más potente.
5- Batería y autonomía
La batería es el componente que alimenta el dispositivo y determina su autonomía o duración. Su capacidad se mide en miliamperios hora y su voltaje en voltios. Cuanto mayor sea la capacidad y menor sea el voltaje, mayor será la autonomía. La batería de un visor nocturno es interna, pero su duración en visores de marcas reconocidas, pueden cubrir toda una noche.
6- Precio y Garantía
El precio que estás dispuesto a pagar es algo que debes establecer tú, pero ahora ya sabes en qué debes fijarte antes de gastar tu dinero. Asegúrate de comprar a un vendedor autorizado por la marca, como Central de Caza: