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10 consejos para criar tu perro de caza

Ha llegado a casa después de leer cientos de artículos para elegir la raza más conveniente. Pero, ¿estás realmente preparado? Es importante que sepas cómo recibirlo, qué cuidados básicos necesita y otras cuestiones que te contamos a continuación.
30/8/2016 | Edu Pompa

DAR LA BIENVENIDA AL CACHORRO

Cuando este llegue, todo deberá estar preparado. Foto: Edu Pompa

Es importante desde el primer minuto dejar claro cuáles son aquellos lugares donde no puede entrar. Enseña al cachorro tu casa. Deja que huela e inspeccione cada rincón pero no permitas que haga el primer día aquello que no desees que realice posteriormente. Es importante haber creado un sitio para él. Lo puedes hacer dejándole su agua, su comida y su cuna, colchoneta o manta. En caso de tener otros animales en casa es aconsejable no forzar nunca el encuentro. Si se trata de un perro adulto debemos vigilarlo con celo, pues el deseo incontrolable de jugar del cachorro puede irritarle y hacerle reaccionar bruscamente.

LOS PRIMEROS PROBLEMAS

Foto: Edu Pompa

Es común que, si se trata de nuestro primer perro y comienza a morder, a orinar en lugares no adecuados… nos obsesionemos constantemente y pensemos que va a ser el peor del mundo y nunca vamos a conseguir educarlo. Pero tranquilo: muchos de estos comportamientos son normales y evitables.
Lo primero que debemos hacer es aprender a redirigir aquellas conductas no deseadas. La mayoría de la personas tiende a bloquearlas pero no a redirigirlas, por lo que nunca conseguirán que el animal cambie. Por ejemplo, si a un cachorro que muerde constantemente nuestras manos le reñimos pero no le damos otra alternativa sólo estaremos bloqueando temporalmente el comportamiento, mientras que si le ofrecemos un mordedor a cambio y le premiamos por jugar con él entenderá que esta segunda opción es mucho mejor. Recuerda que reforzar con algo que le resulte agradable es siempre una buena estrategia.

HIGIENE ADECUADA

135 pixels / Shutterstock

 
Otro de los mayores problemas que suelen ocasionar los cachorros es el de no controlar sus necesidades. Nos cuesta hacerles comprender nuestro mensaje. Por ello es aconsejable aumentar la frecuencia de paseos, ofrecerles lugares con hierba, limpiar y desinfectar el área ensuciado en casa y, sobre todo, premiar los aciertos. Recuerda que salud e higiene vienen de la mano: una correcta higiene garantizará una buena salud y, por consiguiente, una vida más larga y de mejor calidad. Por esta razón la limpieza es primordial, y comprende tres apartados diferenciados: el cepillado, el baño y la limpieza de las diferentes partes del cuerpo como orejas, ojos, dientes y uñas.
La periodicidad de estos cuidados variará en relación a la raza y el tipo de manto. No está de más consultar a nuestro veterinario de confianza para elaborar un calendario de cuidados y así saber exactamente cada cuanto tiempo debemos realizar cada uno de los cuidados anteriores.

CUIDADOS BÁSICOS DE SALUD

El ejercicio y entrenamiento también es uno de los cuidados básicos para garantizar su salud. Foto: Edu Pompa

Los perros, como cualquier animal, son susceptibles a enfermedades y a diferentes problemas resultantes de un mal cuidado. La correcta atención sanitaria debería comenzar inmediatamente y debe continuar durante toda su vida. Al igual que la dieta y el ejercicio, el cuidado de nuestro cachorro implicará controles y visitas periódicas al veterinario. Es él quien nos elaborará un protocolo de vacunación y un plan de salud.

PASÉALE EN COCHE

Foto: Shutterstock

Los desplazamientos en coche deben formar parte del necesario proceso de sociabilización de nuestro cachorro. Habilitaremos, para ello, un espacio confortable y seguro en nuestro vehículo en el que, además, incluiremos algunos de sus juguetes preferidos. Al principio realizaremos desplazamientos cortos para llevarle a lugares que le motiven –no es aconsejable hacerlo sólo para ir al veterinario–. Así, poco a poco, el perro asociará el hecho viajar en coche como algo positivo.

SOCIABILÍZALE

Nuestro perro de caza no solo debe caminar por el campo. Foto: Edu Pompa

La socialización y el adiestramiento del cachorro son dos apartados de extrema importancia. La infancia es la etapa más crítica, delicada e importante para su desarrollo, especialmente la etapa que va de la tercera a la octava semana de vida. Al nacer será la propia madre quien le enseñe, pero al finalizar este periodo será bueno exponerle a diferentes ruidos moderados como una radio, a la explosión de globos… para que posteriormente no haya problemas cuando esté presente en una jornada con disparos.
Entre las ocho y nueve semanas suele entrar en una fase en la que deja a un lado su carácter extrovertido para convertirse, de nuevo, en un animal cauto y precavido. Por ello no debemos sobreprotegerle –a menos que pretendamos potenciar sus miedos– sino dejarle que explore el mundo y aprenda de sus errores. El período crítico para su sociabilización finaliza a las 12 semanas de edad, pero pasado este tiempo debemos continuar con esta tarea para afinar sus habilidades sociales.

POTENCIA SU OLFATO

Foto: Edu Pompa

Desafiar el olfato de tu cachorro es lo mejor que puedes hacer para potenciar su instinto de búsqueda. Puedes comenzar escondiéndole comida, para pasar posteriormente a jugar con pelotas, mordedores… y, por último, pieles de conejo o liebre, alas de perdiz o cualquier otro elemento que le obligue a utilizar su nariz sabiendo que una vez lo encuentre recibirá un premio. Así reforzaremos este comportamiento.

ADIÉSTRALE

Foto: Edu Pompa

Hay quienes piensan que el adiestramiento no debe comenzar hasta que el animal cumpla varios meses o incluso el año de vida. Es un error. Desde el primer día debemos trabajar con él condicionando su comportamiento.
Si desde que es cachorro conseguimos comunicarnos con él y marcarle unos límites habremos puesto los cimientos para su posterior adiestramiento. He tenido perros que con apenas tres meses se sentaban y permanecían quietos a mis órdenes, e incluso entregándome objetos en mis manos. Por eso, enseñarle instrucciones como el ‘no’, ‘quieto’, ‘sienta’… es de vital importancia para que aprenda cuáles son aquellos comportamientos deseados.

PRIMEROS CONTACTOS CON LA CAZA

Foto: Edu Pompa

Una premisa para iniciarle en la caza es que posea una buena y sólida educación básica. De este modo podremos controlar sus movimientos y preocuparnos sólo de aspectos cinegéticos y no de corregir aquellos comportamientos que ya debería tener superados.
Lo ideal es iniciarlo con caza salvaje, aunque si no es posible optaremos por las piezas de granja. Cuando alcance los tres meses de edad podemos empezar a campearlo dando paseos de unos 30 minutos por campos de escasa vegetación, sin que entre en contacto con la caza, en principio, hasta que cumpla los cinco o seis meses. Es entonces cuando aumentaremos de forma progresiva el tiempo de campeo y el grado de dificultad en la búsqueda. Si pertenece a una raza de muestra nunca dejaremos que atrape una pieza que previamente no haya mostrado.

CONSIGUE EL PERRO PERFECTO

Foto: Edu Pompa

Todos soñamos con tener el perro perfecto, pero os aseguro que gran parte de la culpa de que no llegue a serlo es nuestra. Primero por desconocimiento de las pautas para proporcionarle un buen adiestramiento, y segundo por la ausencia de piezas de caza salvaje en muchos de nuestros cotos. Como dijo un viejo cazador, «para hacer un buen perro de caza se necesitan tres cosas: perdices, perdices y perdices». Es fundamental que los terrenos donde vayamos a adiestrarlo congreguen un densidad elevada de especies cinegéticas, pues de otro modo el perro desistirá en la búsqueda y los encuentros serán anecdóticos, lo que dificultará notablemente su aprendizaje.

       
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