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10 consejos para cazar conejos en verano

© Shutterstock

1. Dibuja tu estrategia tras los conejos

El primer error es la falta de planificación. No basta con caminar esperando que el conejo salte al paso; es esencial planificar el terreno a batir antes de salir del coche. Observar el cazadero y analizar cada mata es crucial. Por ejemplo, no es lo mismo cazar un arroyo desde un margen elevado, con paso tranquilo y lanzando terrones para dominar los tiraderos, que hacerlo desde abajo con tiros comprometidos hacia las laderas del cauce.

2. Revisa rastrojos y lindes

Cada paraje tiene su tiradero ideal. Si cazas solo y al salto tu recorrido debe dominar los claros y pasos, caminando despacio y escudriñando cada palmo de terreno. Localiza las madrigueras y examina las matas y lindes aledañas con el viento de cara y en silencio. No olvides revisar los rastrojos y sus carriles de paja, donde podrás llevarte más de una sorpresa.

3. Anticípate a su huída

Si cazas solo lo mejor será recorras los lugares más querenciosos como arroyos, lindazos, junqueras y otras pequeñas agrupaciones vegetales longitudinalmente, anticipando la huida del conejo. En cambio, con otros compañeros, en mano, uno puede actuar como perro, adentrándose en lo más enmarañado, mientras los demás cubren las posibles zonas hacia donde escapen habitualmente las piezas.

Un cazador encarando la escopeta. © Ángel Vidal.

4. Recorre la umbría a primera hora

Los conejos se adaptan a casi cualquier terreno, pero hay zonas más querenciosas que otras dentro de un acotado. Las faldas de monte, lindes, arroyos y lindazos son biotopos ideales donde localizarlos. Aprovecha por tanto las zonas de umbría y revisa los majanos en las primeras horas de la jornada, así como los arbustos en las riberas de arroyos y lindazos donde habitualmente se esconden. 

5. Protégete del sol

Aunque preveas madrugar y marcharte a casa cuando comience a hacer calor, usa gorra o sombrero transpirable, gafas de sol de tiro que te permitan realizar un buen encare del arma y crema solar de protección alta para evitar quemaduras. Una botella de agua en el chaleco si te alejas del coche también es un imprescindible. 

6. Cierra el choke

Aunque para las primeras jornadas de descaste suelo aconsejar utilizar cartuchos dispersantes o en su defecto chokes abiertos de cuatro estrellas para quedarnos con los conejos que salen más cerca, es ahora que están muy tiroteados cuando posiblemente se arranquen largos. Por ello, quizá un choke de tres estrellas y cartuchos con algo más de gramaje te permita cortar la carrera a esos orejudos que salen largos o que ves cómo se ocultan entre la vegetación mucho antes que a principios de la época estival. 

7. Corre la mano

Si ha acompañado la lluvia en primavera, como este año, el campo estará repleto de pasto y maleza que dificultarán el disparo. Los veteranos encaran el arma casi como una prolongación de su brazo en cuanto oyen al conejo romper y acompañan el swing con la cara algo levantada tratando de localizar el conejo. Después, meter la cara o disparar casi a tenazón es cuestión de décimas de segundo. La práctica te permitirá dominar esta técnica. Eso sí, asegúrate bien de que la pieza no es una liebre…

Un conejo bebiendo en pleno verano. © Shutterstock.

8. Madruga para buscar conejos

Es fundamental llegar al cazadero cuanto antes y haber dejado todo el equipo preparado: cartuchos ya en la canana o el chaleco, la percha o morral a punto, escopeta con el choke elegido… Todo lo que te permita ahorrar minutos será bienvenido, pues conforme avance el día te será más difícil colgarte algún conejo más. El asfixiante calor de la mañana te obligará a retirarte por lo que cazar a primera hora de la mañana es fundamental. Además, es el momento de  mayor actividad de los conejos, y podrás pillarlos fuera de sus madrigueras. 

9. Eviscéralos cuanto antes

Aunque muchos cazadores no evisceran habitualmente los conejos abatidos, las altas temperaturas propias del verano obligan a hacerlo para evitar que se eche a perder su preciada carne. Tan sólo necesitarás una afilada navaja para realizar un corte longitudinal en el abdomen del animal. Después dóblalo un poco y con una sacudida hacia el suelo elimina las vísceras. Probablemente dentro aún hayan quedado algunos órganos, pero cubriendo tu mano con un guante de látex podrás terminar de limpiarlos correctamente. 

10. No te olvides la nevera

Concluida la jornada es crucial prestar atención al transporte de los conejos a casa. Para asegurar que lleguen en óptimas condiciones –y evitar de paso que las garrapatas que puedan portar se muevan a sus anchas por nuestro vehículo– lo mejor es guardarlos en una nevera portátil de cierre hermético con algo de hielo o acumuladores frío.

       
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