Recién estrenada la media veda no está de más repasar cuáles son los errores más comunes que cometemos los cazadores a la hora de encarar una jornada de palomas en puesto fijo. Repasa cada uno de ellos y pon en práctica nuestros últimos consejos si quieres aumentar tus aciertos.
1.Un mal posicionamiento
Cuando ocupes una postura de media veda, pierde un minuto en adaptar el piso a tus necesidades. Elimina piedras, ramas y desniveles para que cuando lleguen las palomas tu stand sea lo más estable posible. Eso es lo que te permitirá mantener una posición adecuada a la hora de apretar el gatillo. Ten en cuenta que disparar de cualquier modo, sin controlar tu cuerpo, es la mejor manera de estropear una tirada. Con los pies bien plantados, dando la cara al paso más efectivo y con la tensión necesaria para estar con la guardia alta se consiguen los mejores resultados.
2. Hacer un swing descoordinado
Mientras esperas al paso, es buen momento para practicar el encare. Este ha de ser un movimiento firme pero suave, de abajo hacia arriba, pero sin delatar tu posición por encima del puesto. La idea es que la escopeta llegue hasta tu cara casi de forma automática, sin pensarlo. Un movimiento demasiado rápido o lento en exceso te hará fallar o llegar tarde al lance. Practícalo cuantas veces sea necesario hasta conseguir un gesto natural y coordinado.
3. Cambiar de paloma
Es posible que, si la tirada es de esas de postín, los bandos de torcaces te nublen los pensamientos. Si tienes la inmensa fortuna de vivir un puesto así, concéntrate. Que muchas palomas sobrevuelen tu postura jamás garantiza el éxito al final del día. Tú deber es elegir en cada lance una paloma concreta, analizando su velocidad y distancia y olvidando a todas las demás. Cambiar el punto de mira de forma constante, apuntando rápido a una u otra paloma sólo sirve para que el bando te pase por encima y no seas capaz de enganchar alguna. Céntrate, elige tu objetivo y dispara. Esa es la mejor manera de hacer números.
4. Dejar que las torcaces te vean
Las posturas deben abarcar toda la entrada de los bandos y situarse en zonas sombrías que te ayuden a camuflarte evitando los brillos y destellos de los cañones de tu escopeta. La vista de las palomas es prodigiosa, lo que te obligará a mantenerte inmóvil y bien tapado hasta que estén a la distancia correcta y a vestir ropa de tonos amarillos y tostados que te ayuden a mimetizarte con el campo en esta época del año. Utiliza una gorra para recortar tu figura además de prendas cómodas, ligeras y transpirables: cazarás en las horas en las que más castiga el sol.
5. Pegar un gatillazo
Como en cualquier acción que requiera destreza, la técnica es parte importante. Disparar apretando el gatillo de forma correcta reducirá los errores. Antes de salir al campo chequea que la escopeta que vas a utilizar te queda bien, ni larga ni corta, y que tu dedo índice reposa con naturalidad sobre el sistema de disparo. Un mal ajuste provocará que la yema de tu dedo no descanse sobre el gatillo y tengas que forzar la postura, repercutiendo siempre en la precisión. Si la escopeta es de tu talla sólo tendrás que hacer un swing correcto y no habrá paloma que se te resista.
Y cinco tips de experto
Síguelos a rajatabla si quieres mejorar tu swing y bajar tu hándicap palomero.
1.Respira hondo
Si los bandos no son muy nutridos nuestras cualidades como tiradores serán puestas a prueba, pues una vez entren al puesto con cierta tranquilidad nuestra puntería es la clave. Respira hondo, elige una paloma y ve con ella con suavidad y tranquilo. Si aceleras tus movimientos el resultado puede ser caótico.
2. Entrena antes
Una opción es practicar antes con alguna paloma ‘suelta’ o en la cancha. El objetivo es recuperar el ‘tempo’ de sincronización entre el encare y el adelanto. Los adelantos serán muy variados, según la distancia. En el caso de tiros frontales y cercanos bastará con apuntar ligeramente por delante de su pico para conseguir abatirla.
3. Corre la mano
Cuando las disparamos ‘por la espalda’ lo haremos con la precaución de apuntar ligeramente por debajo de ellas: ese será el punto de adelanto correcto para poder abatirlas. Es en los tiros cruzados cuando mayor será este adelanto, sobre todo si se encuentran a distancia del puesto, volando a gran velocidad.
4. Sé una estatua
En ocasiones también nos pueden sorprender en campo abierto. En estas situaciones, en las que no podemos ponernos a cubierto, lo ideal es permanecer inmóviles hasta que se encuentre a tiro: es entonces cuando realizaremos nuestro swing suavemente y con el adelanto correcto que requiera la ocasión.
5. Entrena, entrena…
Muchas torcaces se fallan porque tras el primer tiro nos ponemos nerviosos y olvidamos guardar la posición correcta. Si conseguimos mantener la cara ‘metida’, pegada a la culata, sin levantarla tras el primer tiro, aumentarán nuestras posibilidades de corregir, en el segundo y tercer disparo, cualquier posible error.