La urraca es uno de los córvidos más abundantes en los campos y ciudades de la Península Ibérica, siendo esta una de las especies que los cazadores tratan de controlar debido al impacto que produce durante la época de cría de otras como la perdiz roja.
En ocasiones, estos controles poblacionales otorgan capturas inesperadas, como la que consiguió el cazador salmantino Iván Paniagua García, que este jueves cobró durante una jornada de palomas en su localidad natal, Aldealengua, esta rara urraca ‘grisácea’.
«Estaba a las palomas y, de repente, vi revolotear esta pieza única. Me entró cerca de una alameda, y cuando fui a cobrarla no me creía lo que estaba viendo», explica. «Nunca había visto algo similar», describe sobre la rara pigmentación del plumaje del animal, al que abatió con su escopeta Benelli cargada con cartuchos de 34 gramos.
En declaraciones a este medio del veterinario Carlos Díez, miembro de Ciencia y Caza, la pigmentación de esta urraca es podría ser fruto del fenómeno del albinismo, aunque habría que estudiar a fondo la pieza para confirmarlo.
Graban a una urraca intentando cazar un conejo de esta sorprendente manera
Aunque las urracas son animales omnívoros, es frecuente verlas junto a las carreteras aprovechando la carroña de animales atropellados. Es a este tipo de alimentación al que las asociamos cuando pensamos en ellas. También es común que se nos venga a la cabeza los nidos de otras aves, como los de la perdiz roja, los cuáles gusta depredar. Pero posiblemente no te hayas planteado que a pesar de contar con un pico no adaptado para atacar a animales vivos, sí es capaz de intentar acabar con la vida de pequeños mamíferos como puede ser un gazapo.
La mejor historia de caza en Jara y Sedal será premiada con este magnífico pack Beretta
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