Su nombre es Juan Miguel Fornieles, es un cazador de 29 años y todo un amante de la cinegética. Es del pueblo de Benaguasil, situado en Valencia, aunque su familia es de Andalucía. A día de hoy practica varias modalidades, aunque su verdadera pasión es la caza mayor. Tal es su amor por esta actividad que no solo la ha convertido en su forma de vida, sino que ha querido dejarla plasmada en su piel para siempre.
Lo ha hecho con un particular tatuaje que no deja lugar a dudas acerca de lo que la caza significa para él y para su día a día. Como el propio Juan Miguel ha contado al equipo de Jara y Sedal, este es el único que tiene relacionado con la cinegética y es el más grande de todos los que se ha hecho. El resto son de menor tamaño y simbolizan «temas de amistad o familia».
En lo que respecta a su relación con la caza, ha explicado que tiene «dos podencas ibicencas». «No hay cosa que me guste más que el latir de los perros de las rehalas acercándose al puesto», ha querido destacar.
Más que una pasión
«Como se aprecia en el tatuaje, el ciervo, el corzo, el gamo, el jabalí y el muflón son mis animales preferidos a cazar, pero también tengo un conejo y una perdiz porque pienso que casi todo cazador empieza por ahí, cuando de pequeño cazas con tu padre y tíos», ha concretado.
A pesar del gran tatuaje que ha terminado siendo, su idea inicial era hacerse una pequeña seta, un níscalo. «Tengo una gran obsesión con la micología y Sergio (@seergiotattoo.ink), el popular tatuador que se ha encargado de realizarlo en esta ocasión, al conocer mi pasión por este mundo, decidió hacerme un boceto con las tres clases de setas que más me gusta coger, que son seta de cardo, rebollón y boletus, y son la base de mi tatuaje», ha detallado Juan Miguel.
Un joven se tatúa su pasión por la caza del ciervo con este asombroso tatuaje
«Al año siguiente hablamos de mi pasión también por la caza y se nos ocurrió seguir con el proyecto dedicado a mis dos pasiones y Sergio supo plasmar a la primera la idea de mi cabeza y así surgió esta obra de arte», ha continuado precisado.
Finalmente, el joven cazador ha aclarado que el tatuaje completo se hizo en ocho sesiones, costando cada una de ellas 450 euros. Por lo tanto, el precio final de este ha sido de 3.600 euros.