No es la primera vez que hablamos de animales salvajes que son sorprendidos durmiendo plácidamente. En Jara y Sedal ya hemos mostrado en anteriores ocasiones a zorros, corzos, gamos o, incluso, jabalíes que son sorprendidos mientras se arrullan en los dulces brazos de Morfeo.
Pero en ninguna de las anteriores ocasiones hemos podido ver a dos jabalíes con tanta nitidez y un sueño tan profundo ¡dentro de un árbol! Si ya de por sí es muy difícil sorprender a un cochino en su medio salvaje, más insólito aún es hacerlo mientras están dentro del tronco hueco de un viejo árbol.
Hay que recordar que los jabalíes normalmente abandonan sus escondites corriendo a gran velocidad, y en muchas ocasiones ni siquiera podemos llegar a verlos, ya que huyen por la densa vegetación. Sorprenderlos con los ojos cerrados es realmente difícil, pero el cazador que grabó estas imágenes logró hacerlo, tal y como se puede ver en el vídeo que reproducimos a continuación.