Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Un cazador captura un ejemplar de perdiz roja único en Lérida

El ejemplar de perdiz roja. © L.Q.S.

Una jornada de caza puede convertirse en una de esas experiencias que tanto cuestan borrar de la memoria. Así lo ha podido comprobar esta vez Luis Quero Soria, un cazador que ha tenido el privilegio de vivir una escena de la que no todos pueden presumir. El gran responsable de ello ha sido el destacado ejemplar de perdiz roja que ha conseguido capturar.

Todo comenzó el pasado jueves, 21 de noviembre, cuando Luis decidió acudir a un coto de Vilanova de la Sal, una entidad de población española del municipio de Avellanes-Santa Liña, perteneciente a la provincia de Lérida. Allí llegó en torno a las 13:00 horas en compañía de Thor, su pointer, como el propio cazador ha contado al equipo de Jara y Sedal.

«Allí el terreno es muy sucio y hay muchísima maleza», ha matizado. Al ver las perdices, comenzó a correr como pudo puesto que, debido a lo denso de sus matas, resulta muy difícil el paso por casi cualquier zona de ese terreno.

«Primera volada, segunda volada y cuando parecía que nos acercábamos a ellas se levantaron cinco perdices que se fueron para la izquierda y otras cuatro o cinco también se levantaron, me pasaron por encima y fue como si se dejaran caer y se tiraran cerca. Parecía que las tuviera delante», ha narrado el cazador.

Una jornada de caza para el recuerdo

Fue entonces cuando decidió buscar a ese segundo grupo de perdices con su perro, pero ninguno de los dos consiguió detectar nada. Tras esto, volvió y comenzó a buscar a las otras cinco que se fueron para la izquierda. Sin éxito, finalmente decidió cambiar a una zona del coto «más limpia».

«Sobre las 17:30 horas decidí darme la vuelta porque ya estaba empezando a oscurecer. Seguimos andando, nos metimos en un sembrado llano y cuando lo atravesamos escuché el levantar. Me giré y vi cinco perdices detrás nuestra, a unos 20 metros, que se tiraron a un campo con pendiente descendente», ha seguido recordando.

De nuevo, cazador y perro corrieron tras ellas temiendo que se metieran, otra vez, en un «monte sucio» que tenían frente a ellos. «En el campo había matas que me llegaban por las rodillas e íbamos con la esperanza de que alguna de las perdices se hubieran quedado cerca. Vi que el perro se quedó quieto y, de repente, corrió unos metros hacia delante y se quedó de muestra», ha destacado Luis.

© L.Q.S.

«No me cuadraba que el perro se quedara en muestra y, al acercarme a él, movió la pata y a unos 10 metros delante de él se levantó la perdiz. No me lo esperaba porque creía que iban a salir de la izquierda. Tiré el primer tiro y no le di. Tiré el segundo y le di en el ala y cayó viva», ha seguido explicando.


Dan a conocer los secretos de un proyecto pionero para recuperar las poblaciones de perdiz roja en Andalucía


En ese momento, el cazador comenzó a buscar al animal junto con su perro. Después de 10 minutos, finalmente el pointer apareció con la perdiz en la boca. «Fue un gran trabajo de Thor, sin él ni siquiera la habría encontrado».

© L.Q.S.

«Se me sentó delante y di por terminada la jornada. Era un ejemplar precioso», ha resaltado Luis. «En la vida voy a volver a ver un animal así. Estuve un rato mirando el pico, las alas, las patas… desmonté el arma y me fui para casa. Finalicé la jornada muy contento y me puse a mandarle fotos a mis compañeros. Actualmente esta perdiz está en el taxidermista y va a ser un recuerdo bonito para toda la vida», ha concluido el cazador.

       
Salir de la versión móvil