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Cazan un raro zorzal anaranjado en un coto de Tarragona

El zorzal anaranjado abatido en Tarragona © A. M.

El joven cazador Aitor Mora, natural de la localidad de Constantí, en la provincia de Tarragona, abatió el pasado fin de semana en el coto social de este municipio catalán un raro ejemplar de color anaranjado durante una jornada de caza de zorzales en mano que compartió con su padre y otros compañeros.

Mora, que ha enviado las imágenes del raro zorzal a la redacción de Jara y Sedal, explica que se encontraban recorriendo el coto cuando varios zorzales le salieron de un arbusto: «Vi a este y lo aguanté porque era una zona sucia, e intenté que cayese en un lugar limpio. Cuando salió, creía que era un zorzal normal y corriente, pero cuando fui a buscarlo tras caer abatido me quedé sorprendidísimo», expone el cazador.

«Parecía que era dorado. Le comenté a mi padre, que era rarísimo… y cuando lo tenía entre sus manos tampoco se lo creía», narra aún estupefacto el joven. «No habíamos visto nunca nada parecido. Nos dio una alegría tremenda. Nos quedamos muy sorprendidos», confiesa el joven sobre la curiosa captura que consiguió con su escopeta superpuesta Benelli.

Más zorzales extraños cazados en el último mes en nuestro país

Este zorzal se une a otras aves extrañas cazadas en los últimos días, como el del cazador catalán Juan Carlos de la Mata, que abatió el pasado domingo 30 de enero un curioso zorzal que tenía la cabeza blanca en un coto de la provincia de Barcelona. Por otro lado, el cazador madrileño José Luis García Martínez abatió también el pasado domingo, 30 de enero, un zorzal muy curioso: era rubio. 

El pasado 2 de enero también fue protagonista en nuestra web un extraño zorzal con plumas blancas en su cabeza, una captura inusual obtenida por un cazador en Castellón. Meses antes también fue protagonista en este medio otro zorzal blanco capturado por el cazador catalán Marc García en la provincia de Gerona, quien nos contó entonces que se trataba de una jornada en la que todos los cazadores se iban ya a disfrutar de una gran comida cuando, «de repente, pasó este zorzal y lo pudimos cobrar», explicaba.

       
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