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Cazan en Zaragoza un gran corzo con una cuerna de diez puntas

Dos detalles de la gran cuerna del animal. © V. M.

El cazador Víctor Martín, natural de Zaragoza, ha logrado abatir en los últimos días uno de los corzos más imponentes de la actual temporada del duende del bosque que acaba de comenzar. El animal posee un total de diez puntas entre sus dos cuernas y un espectacular perlado y grosor. Logró hacerse con él en un coto que posee en esta provincia aragonesa, ya en las cercanías de Teruel.

Martín explica a la redacción de Jara y Sedal lo imponente del trofeo del animal: «Quizá de los más impresionante que haya visto en mi vida, y el perlado que tiene es realmente maravilloso», afrima. Las cuernas tienen, por otro lado, hasta 25 centímetros de longitud, lo que conforman todo un portento de defensas.

Así se hizo con esta pieza de imponente trofeo

Una imagen más del animal. © V. M.

«Empecé a recechar en el coto a las siete y media de la mañana aproximadamente. Al principio me salieron dos corzas a las que seguí, pero como el terreno estaba tan seco, me oyeron y salieron huyendo», reseña Martín sobre el inicio de la cacería.

Tras ello, el cazador coronó un alto y se asomó a dos manchas de carrascas, donde pudo avistar a este corzo: «Enseguida se fue del lugar y corrió a una viña en dirección al monte. Se metió en esa zona y en un claro vi que era bueno». En cuanto el animal se detuvo, Víctor pudo apuntarlo con la cruz de su visor Steiner Ranger 8. El estruendo del disparo de su rifle Browning rompía el silencio de la mañana, pero el animal arrancó a correr.

Un segundo disparo

Tras andar unos 50 metros el corzo, Víctor disparó de nuevo al animal. La segunda bala de 150 grains que utilizó sí conseguía frenar al animal en seco. Lo había conseguido.

Al acercarse a la pieza, el cazador corroboraba lo que a priori había valorado a través de sus prismáticos: se trataba de una pieza única que le había brindado un lance que tardará mucho en olvidar. Las fotos de su increíble cuerna, comenzaron pronto a circular de un teléfono a otro de sus amigos cazadores. Había que compartir la ilusión que provoca ganar la partida a un animal tan majestuoso como este.

Una imagen más del gran corzo. © V. M.
       
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