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Caza de sarrios en un entorno paradisíaco

Los cazadores, tras abatir a la hembra de sarrio. © YouTube

La caza de montaña es una de las modalidades de caza más exigentes. En esta ocasión, el conocido cazador Jerónimo Cuesta de Cinegetics fue a Lérida con la intención de grabar un rececho de sarrio en los Pirineos catalanes.

«La grandiosidad de aquellos inmensos espacios salvajes que otorgaban un escenario incomparable, la sensación que siempre otorga cazar con amigos y familia y la ilusión de descubrir un sitio nuevo hicieron que aquellos días se grabaran de forma especial en mis recuerdos», confiesa el cazador sobre esta magnífica experiencia. «Caza auténtica, esfuerzo, sacrificio y amistad, creo que con esos ingredientes es difícil que el día se dé mal», añade.

Durante la grabación, Jerónimo Cuesta comienza destacando los paisajes de la zona: «Hay algo en los lugares salvajes que despierta los sentimientos de los hombres, o al menos de algunos hombres que nunca renunciaron a su origen. Y, de entre todos aquellos lugares, la montaña es la reina sin duda».

Un rececho complicado

«La lluvia empezó a caer y nos lo iba a poner bastante complicado. Se presentaba un día muy difícil tanto de caza como de grabación», pero lograron avistar a la hembra, explica Cuesta. Estudiaron bien el ejemplar y vieron si cumplía las características que buscaban: «No se trata de buscar cualquier cosa, como erróneamente mucha gente se piensa», aclara.

«De entre todos los que valoramos, encontramos una hembra con las cuernas muy juntas, algo que se considera un defecto en este aspecto, por lo que llegamos a la conclusión de que era la pieza adecuada», explica sobre el animal al que dispararon.

La paciencia era fundamental en esos momentos, pues las inclemencias meteorológicas lo estaban complicando todo mucho más, pero con ese ingrediente, el lance fue fructífero. Lo peor, ir a recoger la pieza por las arduas condiciones del terreno, pero lograron acabar también con éxito el cobro.

Esto es caza con mayúsculas: un jabalí enorme en un entorno abierto y salvaje

Jerónimo Cuesta y su hermano abatieron a finales del pasado mes de julio uno de los jabalíes más grandes que jamás habían visto: «Es el más grande que se ha cazado en mi familia», confiesa en un vídeo que ha compartido a través de las redes sociales. Fue su hermano el que tuvo la fortuna de abatirlo, pero él estuvo presente en todo momento para grabar un lance que quedará en su recuerdo para siempre.

       
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