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Caza nueve jabalíes en un solo puesto durante una montería social por daños en Huesca

El cazador junto a los jabalíes cobrados. © P. M.

El cazador oscense Pedro Molina, natural de la localidad de Benabarre (Aragón), disfrutó el pasado fin de semana de uno de los grandes días de suerte de su vida al abatir un total de nueve jabalíes en un mismo puesto, dos de ellos de cien kilos de peso. Además, Molina tuvo la oportunidad de disparar hasta once ejemplares, ya que dos de los animales que tuvo delante los falló, por lo que fue uno de los grandes puestos de la temporada cinegética. Ahora, el cazador ha relatado a Jara y Sedal todos los detalles de un día que no olvidará jamás.

Un alivio para los agricultores de la zona: «Están haciendo mucho daño a los cultivos»

El cazador explica a este medio que la batida, realizada en el coto social del citado municipio oscense, se llevó a cabo por los daños agrícolas que la sobrepoblación de jabalíes está provocando en los cultivos de la zona: «Traen a los agricultores de cabeza, la población cada año va a más y están dañando mucho los cultivos», por lo que la presencia de los cazadores es sumamente importante para la buena gestión de la fauna silvestre en el lugar.

A los veinte minutos de soltar los perros, ya comenzaron a entrar jabalíes. El cazador explica que, poco después de soltar las veinte rehalas participantes, ya comenzaron a entrar jabalíes a su puesto: «Fue increíble, nunca me había pasado», relata. «Era un cortafuegos, y hasta que llegaron los perros estuve disparando cada dos por tres», detalla.

Varios de pequeño tamaño en primer lugar. Los primeros que consiguió abatir Molina fueron tres ejemplares de pequeño tamaño de tres certeros disparos. Posteriormente, prosiguieron entrando ejemplares al puesto: «Iban cayendo uno tras otro; la verdad que estuve certero», relata sobre los primeros lances de la montería con los que conseguía frenar la arrancada de los primeros suidos a unos 40 metros de distancia.

El primer gran jabalí entra en escena

A las dos horas aproximadamente del comienzo de la cacería, fue cuando entró el primer jabalí de 100 kilos al puesto: «Accedió al cortafuegos con un perro tras él y a toda mecha, y le disparé a unos 120 metros de distancia aproximadamente», recuerda sobre un lance acertado y bien juzgado una vez más.  

El segundo, de 105 kilos, que será probable medalla de bronce. La segunda gran sorpresa de los nueve jabalíes que abatió fue un ejemplar de 105 kilos con un trofeo que podría ser medalla de bronce: «Ese me pasó también a toda marcha a unos 100 metros, con un podenco atrás que lo seguía e iba a todo trapo. A los dos disparos lo puse en el suelo, uno en la pata y otro en el codillo», detalla Pedro Molina.

El cazador con los nueve jabalíes. © P. M.

El equipo utilizado. Para la batida, el cazador utilizó un rifle Browning FN Bar Battue en calibre .30-06 Springfield, equipado con un visor Zeiss y munición Hornady de 165 grains.

       
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