El cazador Juan Antonio García, natural de la localidad de Moratalla (Murcia), abatió el pasado viernes 29 de agosto un descomunal jabalí de 146 kilos que le estaba arruinando los campos de melocotoneros, viñas, almendros e higueras a un agricultor de la zona, que pidió desesperado con un permiso por daños que el cazador fuese a hacer esperas en el lugar. «Ya llevaba varias semanas diciéndome que fuese a echarle una mano, que estaba desesperado porque el animal le estaba arruinando totalmente algunas plantaciones nuevas de árboles y se estaba comiendo todo, y el pasado viernes me decidí», comienza explicando el cazador murciano.
Aquel día, se levantó a las cinco de la mañana para ir a trabajar y, tras un día duro de labor, decidió a primera hora de la tarde preparar todo lo relativo a una noche de espera y acudir a la llamada de auxilio del agricultor. «Me fui sin esperanzas de conseguir nada, porque era una noche en la que hacía mucho aire, pero cuál fue mi sorpresa que di con este descomunal animal», relata.
Al atardecer se puso a esperar y sobre las 22:00 horas comenzó a escuchar ruidos: «Los chopos que tenía enfrente tapaban la luna, y aunque estaba muy oscuro, comencé a sentir el crujir de las ramas. El jabalí se paraba, no hacía ruido, al rato otra vez sonaba… y a la media hora sentí partir otra más grande. Entonces supe que estaba cerca», relata Juan Antonio. «Enchufé la linterna y no me creía lo que estaba viendo. Creía que estaba soñando, pues no había descansado en todo el día». Era el descomunal jabalí de casi 150 kilos.
El cazador se armó de paciencia, apuntó a la cabeza del animal con su rifle Bergara monotiro en calibre .30-06 Springfield cargado con munición Hornady de punta de plástico y el disparo fue certero. «Cayó al instante», explica Juan Antonio. Cuando llegó a cobrar la pieza, no se creía lo que había abatido: además de encontrar la satisfacción personal como cazador, acababa de ayudar a un agricultor a que los daños económicos causados hasta ese día por parte de este jabalí no fueran a más en los próximos meses.
Necesitó a seis compañeros para sacarlo del monte
El cazador, además, explica que Necesitó a seis compañeros para sacarlo del monte a la mañana siguiente, ya que en ese momento fue imposible mover al jabalí. «Estaba gordísimo, totalmente cebado a higos, a uvas, a melocotones del lugar. Era increíble», confiesa el cazador murciano. Además, «no tenía demasiado trofeo comparado con lo grande que era», por eso optó por regalárselo al agricultor: «Así se acordará siempre de quién le traía de cabeza y le estaba arruinando la cosecha», comenta en tono jocoso Juan Antonio.
Dos cazadores van de espera y un descomunal jabalí se coloca a sus espaldas sin que ellos se enteren
El cazador ciudadrealeño Julio Bernardino, de 37 años de edad y natural de la localidad de Almuradiel, aprovechó hace unos días la luna llena que había para dar caza a un descomunal jabalí junto a su cuñado.
Todo comenzó unos días previos a la luna llena de agosto, cuando el cazador localizó una baña «bastante tomada» en una finca abierta en la provincia de Ciudad Real. Julio observó la huella de un jabalí de gran porte que entraba a desparasitarse. Te lo contamos en este enlace.
Caza un viejo jabalí de casi 150 kilos tras 7 noches de espera en Córdoba
«Han sido siete noches de espera las que hemos estado detrás de él y también hemos dejado pasar jabalíes imponentes por hacernos con este, pero la verdad que ha merecido la pena», comienza relatando el cazador a Jara y Sedal. Te lo contamos en este enlace.