Castro se hizo con este jabalí en un coto cercano a su municipio y contaba con permiso por daños agrícolas, ya que el animal estaba destrozando los olivos del lugar. «Han sido siete noches de espera las que hemos estado detrás de él y también hemos dejado pasar jabalíes imponentes por hacernos con este, pero la verdad que ha merecido la pena», comienza relatando el cazador a Jara y Sedal.
«Ha sido toda una odisea darle caza. Hemos tenido que cambiar tres veces de puesto, hemos tenido que valorar el aire prácticamente a diario porque su olfato era increíble y no entraba al comedero… hasta que el pasado jueves logramos abatirlo», explica Castro.
Una apasionante noche del 13 de agosto
El pasado jueves, los cazadores consiguieron hacer la espera definitiva a este animal. Castro explica que, sobre las 22:30 horas de la noche, entró al puesto «una piara de jabalinas con crías que les servían de escudero, ya que sabían que ese tremendo animal entraba». «Estuvimos aguantando viendo las cochinas comer más de una hora y cuarto. Posteriormente, sobre las 0:00 horas de la medianoche, entró el jabalí», describe el joven.
«Lo vimos con el monocular entrar a la baña, y cuando estaba tumbado en ésta disparamos en una zona un punto más trasera del codillo» a unos 60 metros de distancia con su rifle Remintgon 700 en calibre .300 con munición Sako de 180 grains. Al llegar, se toparon con la sorpresa: habían dado caza al descomunal macareno de casi 150 kilos y con un trofeo que no olvidarán jamás.
Caza en espera un jabalí de 125 kilos y ¡se levanta a los 40 minutos!
El joven cazador de 23 años Jesús Serrano Fernández, conocido cariñosamente en el mundo cinegético como ‘El Mota ‘ y natural de la localidad de Socovos (Albacete), abatió hace unos días un espectacular jabalí de 114 puntos y 125 kilos durante una espera tras un mes siguiendo el rastro del animal. Te lo contamos en este enlace.
Otro enorme jabalí en espera hace unos días en Albacete
El cazador albaceteño Mario González, de 32 años de edad, consiguió abatir el pasado 9 de julio un gran jabalí de esos que dejan huella en cualquier cazador. Tras varias semanas de eternas esperas en su búsqueda, el viejo, resabiado y descomunal macareno de 120 kilos que estaba destrozando los campos de su localidad, Yeste (Albacete), dio la cara. O mejor dicho, los colmillos.