El cazador zamorano Arcadio Fernández, natural de la localidad de Benavente, abatió el pasado lunes 27 de julio un corzo con una cuerna izquierda que posee un descomunal grosor en la base de su cuerna izquierda en un coto en la provincia de Soria. Fernández ha narrado a Jara y Sedal todos los detalles de un lance que no olvidará jamás: «Es impresionantemente gruesa», asegura.
Aquella tarde, Arcadio iba acompañado por su amigo Tomás Ergueta y por Hilario, el guarda del coto de caza. No sabían qué se iban a encontrar ni ese ni los próximos días, por lo que tranquilamente se fueron a esperar a ver qué entraba a una de las charcas de agua del coto. Y tuvieron suerte en la primera hora del primer día de rececho.
«He tenido lances muy muy complicados a lo largo de mi vida», explica este veterano cazador, «pero es que este fue realmente fácil. No tuvimos que esperar casi nada de tiempo, pues si nos pusimos a las 20:00, justo una hora más tarde ya estaba entrando», relata Arcadio.
Un disparo a 90 metros
Cuando vieron a este viejo corzo aparecer en el horizonte mientras ellos estaban sentados a la sombra de un robledal, Arcadio le fue haciendo la entrada y acercándose poco a poco a él hasta llegar a unos 90 metros de la pieza. «Lo tenía de frente mientras seguía bebiendo agua, pero no podía perder más tiempo. Puse la cruz justo entre sus dos patas delanteras y apreté el gatillo». Arcadio había acertado.
«Cuando llegamos a por él, ni te imaginas la alegría que me dio haber abatido este ejemplar. Lo primero por la cuerna bonita que tiene, y lo segundo por lo rara y gruesa que es la base de su cuerna izquierda. Es un espectáculo», confiesa este veterano cazador zamorano tras el lance que efectuó con su rifle Blaser R93 en calibre .270 Winchester.
El raro corzo que Arcadio también abatió en julio
Arcadio Fernández abatió el pasado sábado 11 de julio durante una jornada de rececho en un coto social de la provincia de Teruel uno de los corzos más raros e impactantes de esta inusual temporada.
Las imágenes armaron toda una ‘revolución’ por su rareza, ya que el corzo cuenta con una cuerna derecha con dos puntas verticales que recuerdan al trofeo de un ciervo de cola blanca. Sin duda, un macho único que además Arcadio consiguió con un peculiar lance entre amigos. Te lo contamos en este enlace.