La cazadora castellanoleonesa Almudena Soto Marcos participó, hace unas semanas, en una montería celebrada en la Reserva de caza de Batuecas, en la provincia de Salamanca, que no olvidará jamás. La joven ha relatado a Jara y Sedal cómo fueron los nueve lances que vivió en la apasionante jornada de caza.
Le tocó en suerte el puesto número 5 y, desde que empezó la mañana, la lluvia y el viento hicieron acto de presencia, algo que no ayudaba a encontrar la tranquilidad para poder abatir las piezas. «El primero de los cochinos que me entró lo fallé, ya que se me encasquilló el rifle, y mientras lo arreglaba, me saltaron otros dos jabalíes más, de los cuales solamente me dio tiempo a disparar a uno que dejé pinchado y se fue para otro puesto», señala la joven.
Y siguen saliendo jabalíes…
A los pocos minutos le entró otro jabalí más que también que falló: «Me cabreé porque pensé que no me hacía con el punto rojo del rifle, e incluso tiré la gorra al suelo en señal de rabia», explica Almudena. Al poco tiempo, apareció otro animal, «pero solamente le veía los cuartos traseros en un matorral; tras disparar, y pensando que se había quedado muerto allí, apareció por otro lado y ahí sí que pude rematarlo». Era el primero de la jornada.
Al poco apareció otro jabalí más y que ya se tapaba corriendo tras un castaño: «Cuando ya se iba a cubrir, disparé, saliendo el animal a la carrera y volviéndolo a fallar hasta que de lejos volví a disparar y, por fin, pude acertar», describe Almudena. Al poco también le salió otro verraco por la derecha: justo por donde no estaba mirando, ya que todos los demás habían venido por el lado contrario. «Me quedé mirándolo y, cuando lo quise disparar, tenía el seguro puesto… y al momento me salió otro corriendo a toda velocidad, al que disparé tres veces y, este sí, acabé abatiéndolo a cuchillo».
Por último, Almudena consiguió cazar de un solo disparo un jabalí más pequeño. En total cinco animales cazados y otros cuatro fallados en una mañana que tardará mucho en olvidar.
El puesto del siglo, también en Salamanca: caza ocho jabalíes, uno de ellos con estos impresionantes colmillos
El cazador salmantino Pedro Marco, de 40 años de edad y natural de la localidad de Coquilla de Huebra, vivió el pasado sábado 28 de noviembre «la batida de su vida» durante una jornada cinegética celebrada en el coto social del municipio de Navarredonda de la Rinconada, en la provincia de Salamanca. Marco pagó 60 euros por su puesto y abatió ni más ni menos que ocho jabalíes, uno de ellos posible medalla de oro con hasta 21 centímetros de colmillos. Así se desarrolló la jornada.