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Aunque no lo creas, un cartucho de caza vacío puede salvar a un toro bravo de una cornada

Cartucho de caza vacío y toro.

El vídeo que te mostramos a continuación muestra a la perfección cómo un cartucho de caza vacío puede salvar a un toro bravo de una cornada. Se trata de un reportaje del programa de Canal Sur ‘Toros para Todos’, presentado por el periodista Enrique Romero. En él se muestra cómo se lleva a cabo una jornada de enfundado en una ganadería de toros bravos, en concreto en la finca cordobesa de ‘Saltillo’.

El enfundado es una labor campera en la que los mayorales de las ganaderías cubren los pitones de los toros con fibra de vidrio o poliuretano con el fin de que los animales, que constantemente protagonizan peleas por el control del territorio, no se maten entre ellos –como así ocurría a diario décadas atrás, cuando esta labor no estaba tan extendida, y una ganadería brava podía tener numerosas pérdidas al cabo del año-.

¿Cómo se realiza el enfundado de los pitones del toro?

Cuando quedan pocas semanas para la corrida, el animal se aparta de los hermanos –quedándose junto a seis o a lo sumo ocho toros- y entonces la probabilidad de que los animales se maten entre ellos es baja –aunque sigue ocurriendo–. Entonces, se le quitan las fundas para que los pitones salgan intactos a la plaza.

Por otro lado, el enfundado también evita que sus puntas se astillen cuando los animales clavan los cuernos en la tierra, algo que hacen con mucha asiduidad. Esas ‘cornadas’ al suelo hacen que estos se ‘escobillen’, como se dice en el argot taurino, y convierten en auténticas cuchillas a los cuernos si alcanzan al torero. El enfundado evita que este problema tenga lugar.

En la grabación se muestra cómo se coloca un cartucho de caza vacío en la punta del pitón antes de recubrirlo con fibra para que, cuando el animal se rasque en la tierra o contra los árboles, la integridad del asta no se vea mermada.

Olvida las vainas de sus cartuchos cazando zorzales y sus compañeros le dan esta lección en su despedida de soltero

Fran y Laura junto al coche, lleno con miles de vainas vacías.

Francisco Reche Urban, un cazador de 33 años residente en Reus (Tarragona), olvidó hace años durante una jornada de zorzales recoger las vainas de los cartuchos que había disparado. Sus amigos se la tenían guardada desde entonces y, durante la despedida de soltero que tuvo lugar el pasado sábado en Cardenete (Cuenca), le dieron una increíble lección que jamás olvidará. Te lo contamos en este enlace.

       
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