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Una pieza herida se esconde bajo una losa pero este bretón demuestra su raza

El bretón buscando la perdiz. © Facebook

El epagneul bretón es uno de los mejores perros de caza que existen para la menor. Actualmente, en términos numéricos, es la primera raza de perros de muestra franceses, y eso es por su efectividad a la hora de detectar a la fauna silvestre. Pero no solamente esa es su gran virtud, sino su rastreo y su afán por encontrar las piezas heridas, y el siguiente vídeo es una muestra de ello.

Un cazador ha disparado a una perdiz y ésta, herida, se ha ido a refugiar debajo de una losa. Su bretón no cesa en el empeño de buscarla, excavando en la tierra, ahondando en el agujero y llegando donde haga falta con tal de cobrar la pieza. Tras unos segundos de duro y arduo trabajo, finalmente consigue llegar a por el ave y se la entrega al cazador.

El epagneul bretón, una raza sin igual para la caza menor

El epagneul bretón aparece por primera vez en una exposición francesa, en 1896, y su reconocimiento oficial fue en 1938. Esto demuestra cómo esta raza pasó diversas vicisitudes antes de obtener un estándar. En Francia encontramos cinco razas de epagneul: epagneul francés, epagneul pont audemer, epagneul de Picardía, epagneul azul de Picardía y epagneul bretón: estas son todas sus peculiaridades. 

Según algunos cinófilos es de formación autóctona francesa; definido ‘epagneul’ no porque provenga de España, sino por derivación del verbo ‘espanir’, que en francés significa acurrucarse, tumbarse o agazaparse, acción típica de este perro cuando se aproxima en movimiento hacia a la presa. Según otra hipótesis, el epagneul bretón es fruto de cruces entre el setter blanco y anaranjado con perros franceses no bien identificados.

La muestra del bretón, otro espectáculo

Cuando el epagneul bretón cae en muestra, con él se paran las manillas de un reloj. La plasticidad y belleza de estas raza elevan a la máxima potencia la emoción de cazar. A menudo, da la sensación de que el mundo deja de girar durante esos segundos que, por fortuna, se hacen eternos. En este vídeo se puede ver cómo dos bretones protagonizan una genial muestra en un campo recién cosechado.

       
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