Benelli es una de las marcas de escopeta preferidas por los cazadores españoles por muchos motivos. Pero quizá el principal es la infalibilidad y simpleza de su sistema de repetición inercial. A diferencia de otras repetidoras que alimentan de forma automática su recámara usando los gases de los disparos, las Benelli aprovechan el retroceso del cartucho para expulsar la vaina e introducir uno nuevo. Esta operación es mucho más limpia y se puede repetir cientos de veces sin necesidad de realizar ningún mantenimiento o limpieza de los mecanismos internos. Unos mecanismos que, dicho sea de paso, son muy simples de desmontar y limpiar.
Este mínimo mantenimiento es una de las cosas que más valoran los cazadores y lo que le ha conferido a las escopetas de la marca la fama de duras: pueden disparar durante años sin fallar ni encasquillarse. A diferencia de otras marcas, este sistema no ha variado nada con el paso de los años, siguiendo esa máxima inglesa que dice que si algo funciona, no lo arregles.
Cuando tienes una escopeta que es dura por dentro y puede gestionar miles de disparos sin bajar su rendimiento, sólo queda una cosa por hacer para rozar la perfección: hacerla dura por fuera. Eso es precisamente lo que han hecho los chicos de Beretta Benelli Ibérica, quienes acaban de lanzar al mercado la Benelli Bellmonte 3 Astroblack. Disponible en calibre 12 y tres longitudes de cañón (66, 71 y 76 cm.), se trata de una nueva versión del modelo con nombre de torero que comenzó a fabricarse en España hace diez años y que ha sido dotado con un recubrimiento superficial denominado Astroblack, el cual le otorga una gran resistencia a la corrosión, el rayado y las inclemencias del tiempo.
Además, su culata y guardamanos están fabricados en un elegante y resistente material sintético negro, que combina muy bien con los dos colores en los que se ofrece su carcasa: gris y negro.
Cazando perdices con la Benelli Bellmonte 3 Astroblack
El mes pasado tuve la ocasión de probar una de las primeras unidades que salieron de la planta de producción de Vitoria en dos jornadas de caza menor en mano. Y además lo hice en un entorno perfecto para poner a prueba su recubrimiento Astroblack, en un monte sucio de carrascos y con lluvia.
En la primera jornada decidí ir tras las perdices, un terreno en el que se desenvuelve con soltura. Su peso es de 3,1 kilogramos y en la mano da sensación de ligereza gracias a su perfecto equilibrio, al material sintético y a la carcasa de aluminio. Este aspecto se hace más importante a medida que avanza la jornada de caza, cuando las perdices ponen a prueba nuestra resistencia, especialmente en terrenos llanos como en el que cazo yo, donde es muy difícil sorprenderlas y hay que rendirlas a base de patear campo.
Otro aspecto que me encanta de disparar las Benelli es la suavidad de su retroceso. Gracias al sistema que incorpora, un espárrago unido al carro del cerrojo se introduce en el interior de la culata, oprimiendo un muelle que absorbe la presión del disparo y ayuda a volver a acerrojar el mecanismo. Esto permite doblar disparos con rapidez y precisión, puesto que el desencare es mínimo, especialmente si disparas cartuchos de entre 32 y 34 gramos de carga de plomo.
Zorzales: la sorpresa
Esa cualidad de repetir disparos con rapidez es muy útil en lances como los que tienen lugar en la caza del zorzal, donde (al menos para mí) es muy habitual fallar el primer o el segundo disparo. Precisamente, durante esa primera jornada tuve la ocasión de tirar un par de ellos que salieron a mi paso mientras seguía a las perdices. Ambos zorzales me sirvieron para adornar la percha de perdices que logré en esa primera toma de contacto con la Benelli Bellmonte 3 Astroblack.
Además, me animaron a dedicar la siguiente jornada a su caza, ya que parecía que la entrada de estas migratorias se estaba adelantando con respecto a otros años. Hay que tener en cuenta que el año pasado su presencia en mi coto, como en la mayoría de España, no fue muy abundante, por lo que hay que aprovechar las oportunidades cuando se presentan.
Mirando al cielo
El segundo día de caza lo pasé mirando al cielo en busca de las migratorias. Me aposté junto a un pequeño lago y tuve la ocasión de abatir un bonito azulón junto a media docena de zorzales. La lluvia hizo acto de presencia y la Benelli Bellmonte 3 Astroblack se empapó durante un par de chubascos.
Como se puede ver en las primeras imágenes del reportaje, la escopeta parece haber nacido para este tipo de entorno: repelió la humedad sin problema. Al final de la jornada, me di cuenta de que estaba manchada de barro y sangre en algunas partes, así que al llegar al coche le pasé un trapo húmedo por encima y la suciedad desapareció con facilidad.
Un arma para siempre
Con todas estas características, concluimos que la Benelli Bellmonte 3 Astroblack es una semiautomática que resistirá como pocas el paso del tiempo, tanto por su incombustible mecanismo interno como por el resistente acabado externo que la protege. Sin duda es una gran elección para aquellos que buscan una escopeta todoterreno para toda la vida que no se deteriore exteriormente y que no les obligue a limpiarla y engrasarla cada vez que la sacan del armero.
Con un precio de 1.470 euros para todas las versiones de largo de cañón y color de carcasa, además, está fabricada en España, un factor diferenciador que cada vez cobra más peso entre muchos compradores.