Esta semana se cumple un año de una de las grandes nevadas de la historia reciente de nuestro país. En enero de 2021 media España se paralizaba: Filomena, que así se llamaba el fenómeno meteorológico, obligaba a detener las vidas de los españoles más aún de lo que el coronavirus ya lo había hecho. En esa delicada situación los cazadores tomaron la decisión de echarse al monte con remolques y todoterrenos para llenar de alimentos los caminos con el fin de que la fauna silvestre no pereciese. A continuación hacemos un repaso de cómo vivimos aquellos momentos.
Así llenaron los cazadores de alimento sus cotos para evitar que la fauna muriese
Los cazadores no esperaron ni un minuto a que la fauna silvestre siguiese pasándolo mal en el campo por el temporal y salieron a darle de comer. Los ejemplos los encontramos encontramos en los miembros de la Sociedad de cazadores de El Pobo, en la provincia de Teruel, que estuvieron alimentando a la fauna silvestre a a una temperatura de -20Cº, o los miembros del coto de cazadores de El Picazo, en la provincia de Cuenca, cuyo presidente, Miguel Huerta, de 26 años de edad, llevó comida a los animales del coto, además de devolver el agua a las balsas, que estaban congeladas. José Alberto Viñas, un veterinario que se encargaba de la repoblación de cotos en Castilla-La Mancha, nos contaba cómo afectaba la nieve a los terrenos donde se criaban liebres para repoblación en Guadalajara.
Por su parte los cazadores de la provincia de Albacete también se volcaban con la fauna cinegética (y no cinegética) de sus cotos, saliendo con sus todoterrenos a echar grano y a llenar los bebederos de conejos, liebres y perdices. Entre otras, se echaron al monte con la misma intención miembros de las sociedades de cazadores de localidades como La Roda, La Gineta o Minaya.
Los todoterrenos de los cazadores, claves para salvar personas en Madrid capital
Además de ayudar a la fauna silvestre, los cazadores también dieron otro ejemplo de solidaridad en la capital del país, ya que Madrid se colapsó y fueron ellos quienes ayudaron con sus todoterreno a las personas que no podían salir de sus casas y que necesitaban ayuda médica u otro tipo de servicios.
Uno de los cazadores más implicados fue Pedro Ampuero, habitual colaborador de Jara y Sedal, que se unió a la iniciativa Resiste, España, puesta en marcha por los también cazadores Ignacio y Jaime Trillo. «Necesitaban ayuda con 4×4 y los cazadores, por fortuna, tenemos muchos de ellos, en concreto participamos 75. Ayudamos por todo Madrid para que estas personas pudiesen cubrir sus necesidades más básicas», señalaba entonces Ampuero a este medio.
Rescates imposibles de animales en la nieve
Filomena también dejó totalmente impracticables miles de hectáreas a las que no se podía acceder ni siquiera para dar de comer a los animales, y sólo las personas que poseían todoterrenos podían llegar a esos lugares, como Roberto Calle, que nos facilitaba estas imágenes del rescate de una cierva en Palencia.