Este es el encomiable gesto de un agricultor que detiene su tractor frente a una liebre tras ver que no se movía ante su presencia. El animal tenía algo muy importante que proteger: sus lebratos.
La liebre ibérica es la más pequeña de las tres presentes en la Península Ibérica: su peso oscila entre los 1,8 y los 2,5 kilogramos, siendo generalmente más pesadas las hembras que los machos. Su pelaje es de color crema tachonado de negro. Carece de banda facial en la cabeza, presentando un estrechamiento más o menos marcado del pelaje blanco en la parte superior del borde exterior de la extremidad delantera.
El celo de la liebre ibérica (Lepus granatensis) comienza a finales de enero, con variaciones entre años según las condiciones climatológicas y la dureza del invierno. Se puede dar el caso de liebres que quedan preñadas ya a finales de diciembre. La gestación de la liebre dura 41-42 días, al final de la cual pare generalmente 3-4 lebratos, aunque se han visto partos de hasta 7 y 8.
El otro gran gesto de un agricultor ante una liebre pariendo
El agricultor y cazador Javier Martín Moreno, de 42 años de edad, se encontró a finales de 2019 con una imagen muy peculiar cuando labraba sus tierras en las cercanías de la localidad charra de Villarmayor. Mientras iba con su tractor sembrando una de sus fincas, se topó con una liebre encamada que no se levantaba.
Aunque el hombre avanzaba hacia ella el animal ni se inmutaba. El agricultor llegó a poner el tractor a tan sólo unos centímetros de la liebre, que tenía algo muy importante que defender.