Durante mucho tiempo, la creencia general apuntaba que la castración en los perros era un método eficaz para cambiar su carácter o su conducta, especialmente cuando se trataba de ejemplares agresivos con otros perros o personas. De hecho, este era el único argumento esgrimido muchos dueños que optaban por realizar esta mutilación a sus mascotas.
Lo cierto es que esto ayuda a disminuir ciertas hormonas en el organismo del perro y puede ayudar a prevenir e, incluso, a tratar determinados problemas de comportamiento. Sin embargo, esto no quiere decir que sea una fórmula efectiva para todos los casos. De hecho, podría empeorar el problema.
La realidad de la castración
Sobre ello se ha pronunciado Sergio Teig, adiestrador del Centro Canino Mirasierra, en un vídeo que ha compartido el perfil de TikTok oficial de dicho centro (@gtmirasierra). «¿De verdad piensas que vas a cortar los testículos a tu perro y van a desaparecer esas conductas?», ha comenzado planteando.
En este sentido, ha puesto el hipotético ejemplo de un perro consentido, al que su dueño jamás le ha puesto un límite, no ha cubierto sus necesidades, no le ha hecho socializar y que ha salido a pasear con él sin ningún conocimiento del manejo y de la correa. «Por arte de magia lo vamos a castrar y van a desaparecer todas estas conductas», dice con sarcasmo.
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«Espero haber tocado la fibra de alguno de vosotros para que no mutiléis a vuestro perro gratuitamente. Un porcentaje muy alto de las conductas inadecuadas de los perros es por inseguridades o por miedo y castrar a vuestro perro no va a hacer más que potenciar estas conductas», ha asegurado el adiestrador.
Por último, ha terminado aconsejando lo que realmente sí funcionaría para solucionar ese comportamiento en los perros. «Hay que aprender a educarlo, hay que esforzarse, hay que dedicarle tiempo al perro, hay que conocerlo y hay que saber educarlos», ha concluido.