Las Cortes de Castilla y León, con el respaldo de todos los grupos y la abstención de los dos procuradores de Podemos, aprobaron el pasado 23 de junio una nueva Ley de Caza. Hoy ha sido publicada en el Bocyl, si bien entrará en vigor a partir del próximo 8 de agosto.

La ley reconoce la importancia de la caza desde el punto de vista cultural, económico, deportivo, turístico y social, siendo además un recurso que puede y debe contribuir a fijar población, desarrollar el medio rural y favorecer el equilibrio ecológico de las especies.

La normativa contó con apoyo mayoritario

Por su parte, la Federación de Caza de Castilla y León (FCCYL) ha enviado un comunicado de prensa valorando que «una norma de esta naturaleza, siempre es bueno que sea respaldada por la mayoría de la ciudadanía representada en las Cortes Regionales, y así se ha hecho con esta Ley, que ha contado con el apoyo de la práctica totalidad de los grupos políticos de la Cámara, con la única abstención de los dos procuradores de Podemos».

Para ello, el grupo mayoritario ha tenido que ceder algunas de sus posiciones en aras de este consenso, lo que, en algún caso, ha perjudicado los intereses del colectivo de cazadores.

Una Ley necesaria ante los cambios de usos agrícolas y el abandono rural

La FCCYL argumenta que «la necesidad de la ley se sustenta en regular de nuevo la actividad para reforzar dos aspectos fundamentales: el ordenado aprovechamiento de los recursos cinegéticos y el control de especies que se encuentran en situación de excesiva densidad poblacional. Todo ello tras las grandes variaciones producidas como consecuencia de la evolución y el vacío de nuestros pueblos».

Sobre este último punto añaden que las resoluciones judiciales de los últimos 10 años de la sala del Tribunal Superior de Justicia con sede en Valladolid precipitaron en todos la necesidad de otorgarnos una nueva Ley para dar mayor seguridad jurídica a la actividad. «Lamentablemente esta situación condicionó la redacción del anteproyecto de Ley, sin ninguna necesidad, como luego se ha demostrado en las sentencias del Tribunal Supremo y del Constitucional. Pero muchas cosas ya no han vuelto atrás», añaden.

Los cambios de usos agrícolas y el abandono rural han llevado a las poblaciones cinegéticas a una enorme paradoja. Poblaciones descontroladas de especies de caza mayor y descenso de las poblaciones de menor, fundamentalmente de aves esteparias. De ahí que la labor del cazador adquiera especial relevancia.

«Los cazadores asumimos un control más riguroso de la actividad, pero es absolutamente necesario que en Europa, en España y en Castilla y León se busquen soluciones que mejoren fundamentalmente los hábitats de la avifauna asociada a medios agrícolas, ya que la caza no es la causa del descenso de estas especies y no todo puede solucionarse con la limitación y la prohibición», advierten desde la entidad cinegética. «Si a esto añadimos otras cuestiones puramente ideológicas impulsadas desde el gobierno de la nación, para eliminar la caza de especies con poblaciones en expansión y que además provocan enormes daños a los ganaderos, como se va a producir con la próxima prohibición de la caza del lobo, no podemos exigir a nuestro sector la responsabilidad que no se ejerce desde el propio ejecutivo», añaden.

Boicotear cacerías puede salir caro

Varios animalistas intentan boicotear una batida en Xátiva. © El Diario

Según la FCCYL la nueva Ley «mejora sustancialmente la relación Administración/titular cinegético/cazador y es más racional con la práctica diaria de la actividad, que se facilita en términos generales. Por otra parte, es aún más exigente en la fiscalización de la densidad de las poblaciones cinegéticas y sus aprovechamientos que, en algún caso, se puede considerar severa».

La nueva norma recoge algunas reivindicaciones históricas de nuestro colectivo. Establece como infracción grave la perturbación de las cacerías o la entrada en la zona señalizada de montería por terceras personas, permitiendo la colocación de puestos en caminos, determina las condiciones de caza con niebla o nieve, permite al cazador cruzar los caminos con el arma asegurada pero cargada cuando no haya personas a la vista, elimina los ríos y arroyos como zonas de seguridad, agiliza los trámites administrativos y recoge la obligación de la Administración de colaborar con los cotos a través de ayudas en la mejora del hábitat cinegético.

También establece obligaciones a terceros en relación con las especies cinegéticas, como la de preaviso por parte de los agricultores antes de reclamar daños a cultivos, la de los titulares de vedados y zonas de seguridad (carreteras, vías férreas) para evitar daños en las fincas limítrofes, o la de los titulares de los canales de riego para evitar muertes por ahogamiento de las especies.

Descuento para cazadores federados

Reconoce además, de una forma clara, la labor de colaboración que en todos los órdenes desarrolla la Federación y sus afiliados y concede ventajas importantes para nuestro colectivo, como el descuento en el 50% de la tasa de matrícula de los cotos federativos sin necesidad de establecer reservas de caza, y el 25% en la licencia de caza para los cazadores federados.

La Federación contribuirá por su parte en la difusión y explicación de esta norma, por lo que ofrece la posibilidad a los cazadores de participar en cuantas convocatorias informativas se realicen en las provincias y acceder a los diferentes medios que se habiliten para su divulgación: web, escritos a clubes e incluso vídeos informativos y edición escrita.

«Enorme trabajo» para conseguir una ley de caza «buena»

«Queremos resaltar el enorme trabajo que hemos desarrollado desde nuestra entidad en este último año y medio para que saliera la mejor ley posible. Creemos que en líneas generales es positiva para todos y refuerza y da continuidad a la actividad», valoran desde la FCCYL.

Por último agradecen la «excelente disposición de la Consejería en escuchar, sin limitación, cuantas propuestas y sugerencias les hemos realizado, aunque en algún caso sin éxito». También, y fundamentalmente, a los ponentes de la ley del grupo mayoritario, que «no han escatimado esfuerzos en intentar satisfacer las propuestas de nuestro colectivo». Y a la oposición en la Cámara, «con la que hemos mantenido un diálogo fluido y continuo», han valorado.

Por último la entidad cinegética destaca haber conseguido «una buena Ley para Castilla y León», pero añaden que «de nada nos sirve si desde el Gobierno de la nación y desde Europa nos prohíben las especies por cuestiones ideológicas». «Si esta deriva en la que nos encontramos en la actualidad continúa, los agentes del medio rural nos tendremos que echar a la calle para defender nuestros intereses, que están siendo pisoteados. La pandemia ya no puede ser una excusa por más tiempo».

Otras novedades de la nueva Ley de Caza de Castilla y León

La nueva Ley de Caza de Castilla y León creará una herramienta ‘Sistema de Seguimiento de las Poblaciones Cinegéticas de Castilla y León’, que utilizará todas las fuentes de información disponibles, y un novedoso y riguroso sistema de control de las capturas realizadas por los cazadores.

También plantea las figuras de los cotos colaboradores, que deberán contar con asesoramiento técnico permanente que asegure la obtención de información de calidad, y del cazador colaborador, que aportarán importante información sobre la gestión cinegética, las capturas, el seguimiento poblacional y otros aspectos que contribuirán a mejorar el conocimiento y la gestión de la caza en Castilla y León.

En cuanto a los terrenos cinegéticos, la ley unifica en 250 hectáreas la superficie mínima necesaria para su constitución, y sobre todo introduce cambios relevantes en cuanto al régimen de intervención administrativa, estableciendo con carácter general el procedimiento de declaración responsable para su constitución.

Respecto a los terrenos no cinegéticos, se elimina la figura del Refugio de Fauna, dada su prácticamente nula utilización, y por el hecho de existir actualmente otras figuras de protección establecidas en varias leyes del Patrimonio Natural de Castilla y León, que «cumplen sobradamente con los objetivos de aquella, que también ha quedado obsoleta».

El proyecto de ley también establece los períodos hábiles máximos en los que se podrá practicar la caza, cumpliendo los requisitos establecidos en la normativa comunitaria y estatal. Estos períodos hábiles de caza podrán restringirse si las circunstancias así lo aconsejan en vía reglamentaria, pero no ampliarse.

También, establece la obligación de hacer pública con suficiente antelación la celebración de monterías y ganchos, a través de una plataforma pública.

Puedes descargar la nueva Ley de Caza de Castilla y León pinchando en este enlace.