Se llama Esteban San Marino Cabrerizo, tiene 90 años, lleva toda una vida dedicado a su gran pasión por la caza y ahora, la Delegación de la Federación de Caza de Soria lo ha premiado por su trayectoria. Esteban ha sabido trasmitir su amor por la actividad cinegética a sus hijos y nietos que le acompañaron en el momento de recibir la placa conmemorativa que le entregó Miriam, miembro de la Junta directiva de la Federación de Caza de Soria. Jara y Sedal ha hablado tanto con su hijo Roberto como con José Manzano, delegado territorial de la Federación regional.

Aún usa una vieja escopeta FM de hace 50 años para cazar

Esteban nació el 26 de diciembre de 1930 y lleva cazando prácticamente desde que era un niño. «Al principio cazaba para comer y, en el momento en el que pudo comprarse una escopeta, ya esa necesidad se convirtió en su pasión», afirma su hijo Roberto a esta redacción, loando la capacidad de haber podido transmitir su afición y el amor por la naturaleza a dos generaciones más.

«Ayer mismo estuvimos de codornices», asegura Roberto, que tiene dos rehalas junto a su hermano y aún se llevan a Esteban cada fin de semana de caza con ellos. Cada vez que sale de caza lo hace con su vieja FM que le regaló su mujer hace 50 años: «Se la lleva incluso para el jabalí; es un todoterreno», afirma su hijo.

El veterano cazador junto a una de sus nietas compartiendo su otra gran pasión: la pesca.

«Nos ha inculcado la caza a todos: somos dos hijos que cazamos desde que nos metió de críos el amor por el mundo de los perros y por la caza», detalla Roberto. «Él comenzó a cazar jabalíes con seis perros, y solamente había cuatro como ellos en toda la provincia. Se juntó con un señor de Lubia, un pueblo de al lado, que tenía otros cinco perros e iban los dos de monterías por toda la comarca» recuerda.

«Ahora, con 90 años, ya no anda igual que nosotros, pero va todos los días que puede de caza, se da su paseo… ¡y acierta codornices!», cuenta Roberto sobre las jornadas de su padre con su vieja escopeta.  

El emotivo homenaje

Otra imagen del homenaje a Esteban. © FCCyL

El homenaje se ha realizado con Esteban como protagonista porque es el cazador federado más veterano de todos los clubes de la provincia castellanoleonesa. El acto de entrega, por la actual situación sanitaria y el expreso deseo del homenajeado y su familia, se realizó en la propia oficina de la Federación en Soria, asistiendo únicamente familiares cercanos de Esteban y el personal federativo, lo que no empañó en cualquier caso la emoción del veterano cazador y su agradecimiento a esta mención. Le acompañó en el acto su esposa que recibió un ramo de flores de mano del personal federativo.

José Manzano: «Esteban ha sabido transmitir a sus hijos, nietos y nietas el amor por la caza»

La placa entregada al veterano cazador. © FCCyL

José Manzano, delegado territorial de la Federación regional de caza, ha facilitado a Jara y Sedal más detalles sobre el homenaje a Esteban: «Como equipo, decidimos hace una temporada que sería bueno reconocer a la persona de más edad que fuese federado y estuviese en activo. Entre todos los presidentes de todos los clubs sorianos, nos han salido varias personas de 88 años y Esteban que tiene 90, por eso ha sido el elegido».

Es una persona «de un pueblo muy próximo a la capital que ha sabido transmitir a sus hijos, nietos y nietas el amor por la caza», ya que una de sus nietas tiene 16 años y ya es rehalera. «El homenaje es anual, lo vamos a repetir cada temporada», adelanta Manzano.

En la entrega del recuerdo, Esteban comenzó a hablar de vivencias: «Nos contaba que salía con dos amigos a cazar en su juventud y podían venir con más de 200 codornices en un día, porque no se recogía la paja, no existían las concentraciones parcelarias y llegaba un momento en el que era tal la cantidad de codornices que había que tenían que venderlas a los restaurantes de Soria», recuerda Manzano sobre lo que les contó.

Esteban lamentó únicamente que ya no le renuevan el permiso de conducir y que le tienen que llevar en coche cuando sale a cazar, aunque no le faltan acompañantes puesto que sus hijos y nietos también son cazadores. «Es, sin duda, un doble reconocimiento pues para este cazador con mayúsculas, por su fidelidad a la caza y a nuestra Federación y también por haber sabido trasmitir esta afición a sus descendientes cuando en muchas ocasiones se está perdiendo esta pasión por los más jóvenes», destaca por último el delegado territorial.