El pasado día 24 la Unión Nacional de Asociaciones de Caza (UNAC), una asociación minoritaria sin apenas representación en el sector cinegético, se reunió con Sergio García Torres, director general de Derechos de los Animales, e hizo pública una imagen en la que se podía ver al dirigente animalista reunido con su presidente, Manuel Alonso Wert. Este aseguró que en el encuentro Torres le había prometido que modificaría su Anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales para que los cazadores no tuviesen que esterilizar a sus perros, entre otras cosas.

Horas después de hacerse públicas, las declaraciones de Wert fueron desmentidas por el propio García Torres al asegurar que no haría concesiones al sector de la caza. El lanzamiento de ese mensaje fue entendido como una traición por todo el sector de cazadores, cuyos principales representantes pedían (y lo siguen haciendo) la retirada total del texto. «Me parece vergonzoso que se rompa la unidad de acción del mundo de la caza y haya entidades que se presten a blanquear y dar oxígeno a una dirección general que está empeñada en acabar con nuestro modelo de vida», llegó a denunciar Daniel Álvarez, vicepresidente de Anarma. Fruto de esa polémica, ATICA anunciaba su marcha de la UNAC.

Un encuentro con una asociación no convocante del 20M

Pero la UNAC no fue la única que acudió a hacerse una foto con Sergio García Torres poco después de la histórica manifestación del 20 de marzo que reunió a más de medio millón de personas en Madrid. Dos días antes, en la tarde del 22 de marzo, el director general animalista había recibido a miembros de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, una asociación agraria que, al igual que sucediera con la UNAC, no se encontraba entre los convocantes del 20M.

En el encuentro participaron el coordinador estatal de Unión de Uniones, José Manuel de las Heras, el propio Torres y Francisco Cañizares, Director General de Políticas Palancha de la Agenda 2030. Según ha dado a conocer en su propia web la asociación, en la reunión trataron el proyecto de Ley de Protección, derechos y bienestar de los animales, reclamando dejar fuera a la ganadería de la futura norma, así como excepciones a la norma en relación a los perros pastores y perros de guarda.

Además, la organización pidió que los llamados santuarios tengan que cumplir la misma normativa que el resto del ganado cuando alberguen especies que estén sujetas a reglamentos de identificación y a planes de lucha y erradicación de enfermedades veterinarias. 

Los principales representantes agrarios, al margen

Según han confirmado a Jara y Sedal, ASAJA, COAG y UPA, ninguno de los tres grandes sindicatos de agricultores, que además fueron convocantes del 20M, se han reunido ni tienen previsto hacerlo con Sergio García Torres. Entonces ¿por qué él organiza reuniones con asociaciones de cazadores y agricultores que no ostentan la representatividad del sector y que no han estado detrás del 20M?

Posiblemente, para tratar de generar desunión y para conseguir una fotografía que le sirva para justificar su anteproyecto, argumentando que ha escuchado a todas las partes implicadas, cuando no es cierto. No cabe duda que se trata de una campaña de comunicación diseñada antes del 20 de marzo, dada la cercanía de esas reuniones que, como él mismo ha reconocido en redes sociales, no habrían servido para nada.

Un nexo común entre la UNAC y la Unión de Uniones es que ambas participaron en la manifestación del 23 de enero bajo el paraguas de Alma Rural, aunque en aquella protesta los convocantes reunieron a 6.000 personas, muy lejos del más de medio millón que llevaron a Madrid organizaciones como la RFEC o la ONC, las cuales han pedido el cese de García Torres.